El remozado estadio Maracaná de Río de Janeiro, Brasil.
AFPRÍO DE JANEIRO.- Los retrasos en las obras de remodelación del estadio Maracaná preocupan al al técnico brasileño Luiz Felipe Scolari, quien teme que los trabajos del mítico recinto carioca no estén concluidos el 2 de junio, cuando tendrá lugar el amistoso con Inglaterra, la primera gran prueba del equipo que disputará la Copa Confederaciones Brasil 2013.
"El Maracaná está bien, siempre y cuando terminen aquellas obras alrededor del estadio. No sé si estará totalmente listo hasta el día 2", expresó "Felipao", en declaraciones reproducidas hoy por la prensa brasileña.
El "templo del fútbol" reabrió sus puertas el 27 de abril pasado, con un amistoso entre equipos formados por ex jugadores comandados por los ídolos Ronaldo y Bebeto, y disputado ante un público de unas 25.000 personas, equivalente a alrededor del 30 por ciento de la capacidad total de público del Maracaná.
En este primer test, no estaban funcionando los bares, ni tampoco los puestos de venta de entradas ni la mayoría de las vías de acceso al estadio, que albergará la final de la Copa Confederaciones y del Mundial de Brasil 2014.
Un segundo evento-test que estaba planeado para la semana próxima, y que utilizaría un 50 por ciento de la capacidad del estadio, fue cancelado por razones no reveladas.
Cuando faltan sólo cinco semanas para la Copa Confederaciones -que se celebrará en seis ciudades brasileñas del 15 al 30 de junio-, los obreros libran una carrera contrarreloj para concluir el trabajo, en especial en el área alrededor de la arena.
Scolari aprobó el resultado del primer test, pero no ocultó sus dudas frente a la posibilidad de que los trabajos concluyan a tiempo: "El área técnica está bien, también la cancha y los vestuarios, pero no sé si estará totalmente listo hasta el día 2".
Por el cronograma original de la reforma del Maracaná, la obra debería haber sido finalizada en diciembre pasado, un plazo que fue luego ampliado hasta abril.
El incumplimiento de plazos no es el único problema en el proceso de modernización del "templo del fútbol": esta semana, la gobernación de Río de Janeiro anunció un aumento en el costo de la reforma, que se elevó de 808 millones a 1.049 millones de reales (de 404 a 525 millones de dólares).
Y, según el diario "Folha de Sao Paulo", este costo se elevará todavía en unos 273 millones de dólares más, a raíz de las obras que serán realizadas después de la Copa Confederaciones para preparar el estadio para adaptarlo a las exigencias de la FIFA para recibir el Mundial.