Archivo, El Mercurio
TEMUCO.- La Universidad de Chile venció por 2-1 a Universidad Católica en la final de la Copa Chile disputada en Temuco y se coronó como el mejor equipo de un torneo que además le da a los azules pasajes a la Copa Sudamericana 2013.
El compromiso fue intenso hasta el final, incluso desde antes que empezara a rodar la pelota en el Estadio Germán Becker. Acá todo lo que no se vio en el lado B que dejó el título de la U.
Los técnicos fueron casi un jugador más dentro de la cancha: Tanto Darío Franco como Martín Lasarte fueron protagonistas de un verdadero "show" al borde del campo de juego mientras se jugaba el duelo.
En el caso del DT argentino, éste vivió el partido a centímetros de la cancha y claramente fuera de la zona que se les asigna a los entrenadores. Gritos, más gritos y aleteos con sus brazos fueron la forma de comunicarse con sus pupilos para quienes incluso hasta actuó de "pasapelotas" en dos oportunidades para así “apurar” la jugada.
Por el lado de Martín Lasarte el tema no fue menor. El uguruayo iba para un lado y después se devolvía. A veces parecía que iba a entrar a la cancha, pero no, se devolvía a su sitio reclamando hacia el cielo y también a sus jugadores a quienes les pedía que salieran de atrás.
Las barras fueron un dolor de cabeza antes, durante y después del partido: A eso del mediodía, y cuando en el centro de Temuco había gran cantidad de hinchas de azules, un bus de hinchas de la UC instaló el caos por algunos minutos luego de que una facción de Renca atacara a fanáticos rivales. ¿Resultado? Más de 30 hinchas precordilleranos detenidos y que fueron liberados sólo después de que finalizó el partido en el Germán Becker.
Pero en el estadio los barristas de ambas hinchadas también complicaron la seguridad del pleito. Bombas de ruido, bengalas y lienzos terminaron movilizando a una seguridad que no tuvo descanso, que hasta después de terminado el partido se declaró “sobrepasada”, según señalaron fuentes de Carabineros, las que explicaron que la tarea para que los buses de barristas rivales no se toparan fue ardua.
Un mundialista de Francia 98 terminó viendo el partido casi en la galería: Debido a un problema en la organización de los invitados "especiales" al partido, el ex portero de la selección chilena, y también de la UC, Nelson Tapia, no logró encontrar un asiento para ubicarse junto a sus amigos.
Pasaron diez minutos y nada, el guardia encargado del sector le decía que no se podía ingresar a los asientos de la tribuna Pacífico, por lo que al meta mudialero no le quedó otra que irse a sentar a unos asientos alejados de la cancha y muy cercanos a la galería en la que estaban ubicados los hinchas cruzados.
Reservas de ambos equipos y juveniles armando la “fiesta” en Pacífico: Los jugadores de los azules y de los franjeados que no fueron al banco de reservas, más los juveniles de las dos instituciones, debieron ubicarse en una tribuna del Estadio. Desde ahí fueron protagonistas.
Por el lado de la UC se sabían todas las canciones y hasta motivaban al resto del público a levantarse para aplaudir. Los azules, en tanto, también alentaron en reiteradas oportunidades hasta que terminaron en la cancha misma celebrando el título de su equipo.
Ambos llegaron al estadio entre aplausos, pero con dispar suerte a la salida del recinto: La U y la Católica arribaron al Germán Becker con arengas de sus hinchas, los que emocionados le entregaban palabras de apoyo para un pleito que era considerado “una guerra”, según un espectador cruzado.
Pero la salida fue radicalmente distinta. Los jugadores de la U recibieron aplausos de algunos hinchas y hasta su presidente habló largo y tendido con los medios de prensa. Todo en ambiente de fiesta.
En cambio, en Universidad Católica lo que había podía ser resumido como un funeral. Todos los jugadores se retiraron con la cabeza abajo e incluso se mostraron notoriamente afectados, como fue el caso de Cristián Álvarez quien con un rostro invadido por la tristeza no fue capaz de mirar a las cámaras.
La U y la UC deberán saborear por poco tiempo el triunfo y la derrota: Y es que luego de haberse conocido al nuevo campeón de la Copa Chile, ambos planteles deberán dejar rápidamente atrás el resultado para enfocarse en el Campeonato Nacional que vive tiempos de definiciones.
Así lo entendieron en el cuadro azul, ya que tras haberse coronado campeones alistaron todas sus cosas y regresaron a Santiago la misma noche del partido en un vuelo que estaba planificado desde antes. La idea es mentalizarse lo antes posible en el duelo con Ñublense.
Lo mismo la Católica. Si bien el estado anímico del camarín de la precordillera quedó afectado, el cuerpo técnico y el plantel de la UC tiene en frente un partido crucial en la lucha por el campeonato ante Audax Italiano el fin de semana y agendaron el regreso para este jueves.