Benjamín Israel en schock tras el accidente.
Sergio López, El MercurioSANTIAGO.- "Anoche cuando llegué me cuestionaba todo, si vale la pena arriesgar la vida así. Dije 'no tengo ganas, no quiero ir a otra carrera'". Max Montecinos, fotógrafo oficial del Rally Móbil aún no puede creer lo que pasó. Ayer domingo, mientras se corría la carrera en Osorno, en el kilómetro ocho de la ruta que une Cunamo Norte y Cunamo sur, el auto comandado por Benjamín Israel se salió del camino e impactó de lleno a Andrés Matthey fotógrafo del team Entel Xperia. Minutos más tarde, el profesional falleció.
Golpeó fuerte la noticia al mundo tuerca, y en especial a Montecinos y Sergio Alfonso López, gráfico de El Mercurio. No sólo, por lo fuerte de la noticia, también porque fueron los últimos en estar junto a Matthey en el mismo lugar donde éste recibió el impacto del vehículo.
Así lo recuerda López. "Estuvimos los tres conversando y nos ubicamos a un costado de la curva. Max en un momento decide bajar y yo me quedé solo con Andrés hablando. Le digo que me voy a cambiar porque estaba muy fome ese ángulo para hacer una foto distinta. Bajamos donde estaba Max y vemos que él se viene de vuelta, subiendo, y nos quedamos finalmente ahí. Yo seguí por el mismo costado pero unos 30 a 40 metros más arriba, donde teníamos mayor espacio de seguridad. Max se puso al frente de donde estábamos nosotros, Andrés prefirió quedarse".
Montecinos fue el segundo en llegar al lugar mismo del accidente. "Vi cuando el auto se salió, no alcancé a distinguir eso sí cuando le impacta... Corrí, lo vi tirado, dejé mis cosas y me puse a asistirlo y a llamar a la gente de producción. Siempre estuvo inconsciente, pero hasta ese momento respiraba por sus propios medios. Hicimos todo lo posible por mantenerlo vivo. En el helicóptero se le estabilizó, pero era su día parece", comenta con voz trizada.
El relato lo continúa Sergio López. "El estaba vivo, pero muy mal, me parece que el auto lo fracturó entero. Estaba su señora, fue muy triste, muy trágico, muy schockeante. Podría haberle pasado a mí o a Max fácilmente. Se lo llevaron y desde el hospital nos llamaron después que había muerto por un paro cardiorrespiratorio".
"Todo el rato he pensando en que me pudo haber tocado a mí o a cualquiera de nosotros, pero también digo 'si Andrés daba dos pasos al lado se salvaba, porque miré la huella y me cuestioné todo", dice Montecinos, quien recuerda que llevaba unos seis años junto a Matthey en la carrera.
Cuenta que "éramos compañeros de ruta, nos dateábamos, él trabajaba para algunos equipos, él era más preparado y hacía la ruta con los pilotos, yo siempre corro más a ciegas".
En el mundo del Rally Móbil todos hablan de Matthey como un tipo tranquilo, organizado y muy profesional. "Siempre cumplía muy bien con todos los protocolos, analizaba muy bien la ruta, había llegado el miércoles para eso", recuerda Juan Esteban Lastra, de comunicaciones de la prueba.
Los restos de Andrés Matthey llegan esta tarde a Santiago, donde se realizarán los servicios fúnebres, en un lugar por determinar.