Lucharán por esta copa.
EFE
SANTIAGO.- Sellada la liga española desde el pasado sábado en favor del Barcelona, la final de la Copa del Rey se presenta el viernes como la última oportunidad y un premio de consuelo en esta temporada para Real Madrid que enfrenta este viernes a las 15:30 horas en la final al Atlético de Madrid.
Los blancos, ganadores de la Supercopa local, tenían aspiraciones más altas esta campaña, como el mencionado campeonato liguero y la Liga de Campeones; y su pronta deserción del torneo local, unida a la mala imagen ofrecida en la semifinal europea contra el Borussia Dortmund, podrían significar también que la copa será el último título en disputa para su cuestionado técnico, José Mourinho.
Su colega, el argentino Diego Simeone, encara el clásico ciudadano con bastante más margen y, muy probablemente, ganas. Desde su llegada al Atlético en diciembre de 2011, el "Cholo" ha instaurado en el club conocido como "El Pupas" una mentalidad ganadora que generó una clasificación europea la campaña pasada, dos títulos (Liga Europa y la actual Supercopa de Europa) y el boleto directo a jugar la próxima Champions, con el tercer puesto asegurado en la liga, a falta de tres fechas para su conclusión.
"No nos dieron favoritos en las finales con el Bilbao ni con el Chelsea, y nadie nos da dos pesos contra el Madrid. Ellos son mejores, pero a un partido todo es diferente. Tenemos que hacer un partido rápido, con buena tenencia de pelota. Trabajamos con compromiso y humildad y, ojalá podamos convertirnos en un ejemplo para la sociedad en estos tiempos", expresó el jueves Simeone.
El Madrid parece desear tanto la partida de Mourinho como el propio afectado, quien ha crispado notablemente el ambiente en las últimas semanas con declaraciones incendiarias hacia pesos pesados del vestuario como Pepe, el arquero Iker Casillas y el astro Cristiano Ronaldo.
El técnico ha exhibido una actitud distante, incluso ausente, en el tramo final de la temporada, nunca mejor escenificada que en la rueda de prensa previa a la final, que despreció, dejando la palabra a Sergio Ramos, solitario compareciente.
"No estoy aquí para hablar de Mourinho ni tengo ninguna curiosidad por saber las razones. Es lo que menos nos debe importar cuando nos jugamos un título. La institución está por encima de todo. Al final, son los jugadores los que ponen la carne en el asador", intentó zanjar Ramos, quien negó que, en caso de ganar la copa, el plantel rebajara la celebración respecto a triunfos anteriores. "Si lo conseguimos, puede ser similar a la de Valencia", dijo en referencia al manteo a Mourinho hace dos años.
La Copa del Rey , conquistada por los "merengues" hace dos años, es torneo de prestigio y emociones fuertes en España, con finales y vencedores de todos los colores y alta implicación de las aficiones.
El hecho de que la final enfrente a rivales acérrimos de la capital sobre el estadio Santiago Bernabéu, del Real Madrid, añade un plus de morbo al partido, no solo acentuado por la incertidumbre respecto a Mourinho. Pese al éxito reciente bajo la dirección de Simeone, los "colchoneros" valoran cada título en su justa medida, conscientes de que la historia del club está también repleta de capítulos negros, incluidos descensos a la segunda división.
Como en casi todo, el Real Madrid gana en número de copas al vecino, pues acumula 18 en sus vitrinas, el doble de las nueve que ha ganado el Atlético.
Los rojiblancos son cuartos en la tabla de la Liga por detrás de los "merengues", Athletic de Bilbao (23) y Barsa (26), habiendo ganado sólo la mitad de sus 18 finales disputadas y ninguna de las tres últimas, cayendo consecutivamente ante Valencia, Espanyol y Sevilla.