RÍO DE JANEIRO.- Un día antes del inicio de la Copa Confederaciones de fútbol, la FIFA y los organizadores locales están preocupados porque aún hay miles de entradas que no han sido retiradas.
Sólo para el partido del domingo en el estadio Maracaná de Río de Janeiro entre Italia y México, 20.000 entradas esperan a ser buscadas en los centros de entrega.
"No pertenece a la cultura de los brasileños retirar las entradas con anticipación", explicó hoy el portavoz del Comité Organizador Local Saint Clair Milesi.
La FIFA teme que se produzcan situaciones caóticas en los días de disputa de los partidos. Los hinchas brasileños adquieren normalmente sus entradas poco antes del inicio del cotejo.
En total, la FIFA vendió la cifra récord de 731.000 entradas para los 16 partidos de la Copa Confederaciones. Todavía están a la venta 140.000 tickets.
Las entradas para los tres cotejos de primera ronda del anfitrión Brasil contra Japón, en Belo Horizonte, contra México, en Fortaleza, y contra Italia, en Salvador, están agotadas.
Hace cuatro años, en Sudáfrica, se habían vendido sólo unas 200.000 entradas.
En Brasil hay críticas por el sistema de entrega de las entradas personalizadas, que sólo pueden ser retiradas en la ciudad donde se jugará el partido.
Los hinchas que no se encuentran en la ciudad deben realizar viajes, a veces largos, para retirar con anticipación las entradas en los centros de distribución, tal como lo pidió la FIFA.
Por motivos de seguridad no es posible enviar las entradas por correo, como se hizo en la Copa Confederaciones 2005 en Alemania y un año después en el Mundial. "Si hablamos de entradas, es como si se tratara de dinero en efectivo u oro", defendió el director de marketing de la FIFA Thierry Weil el proceder de los organizadores.