El zaguero uruguayo Diego Lugano.
EFEBELO HORIZONTE.- Los jugadores de Brasil y Uruguay intercambiaron acusaciones de violencia y de simulación de faltas, en la víspera del clásico sudamericano que definirá mañana, en Belo Horizonte, al primer finalista de la Copa Confederaciones.
"Más que las faltas que puede hacer Neymar, me preocupan las faltas que pueda simular Neymar", disparó el capitán uruguayo Diego Lugano, al ser consultado sobre las frecuentes faltas cometidas por los futbolistas brasileños, entre ellos el delantero recién fichado por el Barcelona español.
Según Lugano, ante cualquier toque Neymar "hace un salto hacia el piso y, por ser muy liviano, puede engañar mucho".
El zaguero uruguayo, quien jugó durante tres años en el equipo brasileño de Sao Paulo, afirmó además que la selección verdeamarilla "hace mucho" abandonó el "jogo bonito": "Hoy pega fuerte, y lo hace como sistema táctico".
En tanto, el delantero brasileño Fred inició la "guerra verbal" al advertir a los defensores uruguayos que no recurran a faltas violentas, argumentando que "el mundo estará mirando" el partido de las semifinales de la Copa Confederaciones.
"Sabemos que Uruguay marca muy fuerte, pero espero que no haya violencia y sí lealtad, porque es un partido especial y todo el mundo lo estará mirando", expresó el delantero del Fluminense.
Tabárez avisa: "Brasil no ha jugado contra un ataque como el nuestro"
Por otro lado, el DT de Uruguay, Óscar Washington Tabárez, avisó que Brasil aún no enfrenta en la Copa Confederaciones un ataque como el del equipo celeste.
"Confiamos mucho en la actitud que podamos llevar, en tratar de limitar al equipo rival en sus virtudes. También Brasil todavía no enfrentó un equipo con el ataque que tiene Uruguay", dijo Tabárez en una rueda de prensa en el estadio Mineirão, de Belo Horizonte, donde se celebrará el partido de semifinales desde las 15:00 horas de Chile.
Tabárez dijo que Uruguay fue a Belo Horizonte para "luchar por el resultado" aunque reconoció que será muy difícil porque Brasil no pierde en su territorio en competiciones oficiales hace mucho tiempo.
"Todo lo que es difícil es motivante, es la gran motivación hacer lo que nadie o pocos hicieron. Somos muy obcecados, muy tercos, creyendo en lo que podemos, en este grupo, en lo que ha demostrado en siete años", comentó.