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Figueroa llega a la U a pagar una deuda: Sumar títulos y consolidar su carrera

Pese a que el nuevo DT azul registra muy buenas campañas sólo tiene una corona en su registro, que fue en la Primera B.

12 de Julio de 2013 | 18:04 | Emol
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El nuevo técnico de Universidad de Chile Marco Antonio Figueroa.

El Mercurio

SANTIAGO.- Marco Antonio Figueroa Montero fue el hombre escogido para enmendar el rumbo que Universidad de Chile perdió con Darío Franco y de paso devolverle los títulos a un equipo que se acostumbró a levantar torneos tras el exitoso paso de Jorge Sampaoli.

Pero si bien el entrenador se ha caracterizado por realizar buenas campañas en los elencos que ha dirigido, su historial como técnico registra una sola corona y que fue en el Torneo de Clausura de la Primera B del fútbol chileno, por lo que llegará a los azules con la misión de saldar esa deuda que tiene en su carrera.

Acá un repaso de su camino como adiestrador:


Sus primeras experiencias

El inicio del "Fantasma" como adiestrador comenzó lejos de Chile. En 2001 se sentó en la banca del Comunicaciones de Guatemala, donde sólo alcanzó a estar tres meses y pese a marchar primero, el irregular andar del equipo terminó con su despido.

Ya más tarde probó suerte en la Segunda División de México, donde tuvo pasos por Atlético Celaya, Petroleros de Salamanca y Querétaro FC.  Precisamente su última actuación le valió el boleto a la máxima categoría azteca, pero su cometido en Tecos y Morelia no tuvo mayor trascendencia.


El "salvador" loíno

La primera aventura de Figueroa en suelo nacional fue en Cobreloa en 2008. El DT vino con la misión de levantar a un aproblemado elenco minero que, por ese entonces, estaba muy cerca de descender, y su cometido fue más que positivo. No sólo salvó la categoría, además llevó al equipo a las semifinales del Clausura de aquel año, donde perdió con Colo Colo.


Con la UC acarició la gloria

Aquella experiencia en el norte lo posicionó en el medio local como uno de los técnicos más cotizados  y así fue como Universidad Católica lo contrató en 2009. En los cruzados, el "Fantasma" estuvo a un paso de la máxima gloria.

Primero en el Apertura de ese año. Allí llegó hasta las semifinales del campeonato, reeditando su logró en Cobreloa, pero Unión Española amargó sus intenciones ir a la gran definición tras eliminarlo en penales.

Ya en el Clausura de 2009, el adiestrador tendría su revancha y lograría acceder a la final del certamen, pero ahora sería Colo Colo quien acabaría con sus ilusiones al vencerlo en duelos de ida y vuelta. Pudo ser su primer gran título, aunque aquello no se concretó.

Su única corona

Ya tras dejar Católica, el DT dirigió en 2010 a O’Higgins para luego llegar a Everton un año más tarde, donde consiguió el único título que registra en su carrera.
Figueroa  realizó un gran certamen con los ruleteros y se quedó con el Clausura de la Primera B en 2011, aunque posteriormente perdió una doble opción de lograr el ascenso y la siguiente mala campaña sentenció su salida. Una vez más estuvo cerca de lograr el éxito, pero no lo consiguió.

Su amargo paso por San Felipe

El entrenador llegó en 2012 a Unión San Felipe con la idea de salvar al equipo, pero no logró el éxito esperado y su campaña fue de bajo nivel, lo que acabó con renuncia a cuatros fechas del final del torneo, donde más tarde el elenco del Valle del Aconcagua descendió.

Una vez más a Cobreloa

Este 2013 el "Fantasma" retornó a los loínos y su campaña tuvo un saldo positivo en lo futbolístico. Cobreloa peleó el título hasta las últimas fechas y pese que al final no logró la corona, sí obtuvo un merecido boleto a la Copa Sudamericana, llevando a los mineros de vuelta al escenario internacional.

Pese a ello, Figueroa tuvo problemas con algunos integrantes del plantel y dirigentes, lo que finalmente terminó sellando una polémica salida, sin importar que semanas antes se había anunciado que seguía en el club.

Así, el DT tendrá una nueva revancha en el fútbol chileno ahora al mando de la U, donde buscará terminar de acariciar la gloria y de una vez por todas poder llegar a lo más alto, y de paso reposicionar el alicaído presente de los azules. 

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