MIAMI.- Que el "verdadero" Ronaldo sea el brasileño y no Cristiano no es una cuestión cualitativa, sino temporal: así explicó en Miami el técnico del Chelsea, Jose Mourinho, sus palabras sobre el astro del Real Madrid.
"Esa es tu película, no la mía", dijo la noche del miércoles tras el amistoso que el
Real Madrid ganó por 3-1 al Chelsea al ser preguntado sobre una cierta polémica con Cristiano Ronaldo, su ex pupilo durante tres temporadas y hasta hace poco más de dos meses.
Mourinho había dicho en una reciente entrevista con ESPN que el Ronaldo "verdadero" era el delantero brasileño, ya retirado. Algunos lo interpretaron como un pellizco al ego del astro que confirmaba el amargo final de la relación que tuvieron ambos compatriotas en España.
"Lo dije para identificar a la persona", explicó la noche del miércoles. "Dije lo del verdadero Ronaldo porque fue el primero. Si me preguntas quien es el verdadero Müller, si Thomas Müller y Gerd Müller, te digo éste último, no estoy diciendo nada contra el nuevo chico del Bayern. Para mí es el primero porque es el más antiguo. Es una película que se han montado en Madrid", explicó.
"Es tu película. Quizás porque el Real Madrid estaba en la ciudad del cine (en Los Angeles). Es una película, pero no es la mía", rechazó respondiendo en inglés las preguntas hechas en español.
El jugador había actuado en la "película" al mostrarse molesto con su ex entrenador. "No escupo en el plato que me da de comer y no hablo de la gente que habla mal de mí", dijo el fin de semana.
El miércoles anotó dos de los tres goles del Real Madrid. Tras el primero, un gran lanzamiento de falta directa, se giró hacia los banquillos señalándose el pecho, una celebración excesiva para un amistoso de agosto que quizás pudo ser un mensaje para Mourinho.
"Miraba hacia mi banquillo", dijo Cristiano con una sonrisa maliciosa después del encuentro que suponía el reencuentro del entrenador portugués con sus ex jugadores.
Con algunos de ellos no acabó bien. Antes del partido, en el túnel del Sun Life Stadium de Miami, mientras ambos equipos esperaban a salir al césped, Mourinho se abrazó sólo con el alemán Mesut Özil, el argentino Angel di María y con casi todos los empleados del club español.
Saludó a su sustituto en el banquillo blanco, el italiano Carlo Ancelotti, hizo una caricia en el cuello al despistado francés Karim Benzema, que apenas respondió, y compartió risas con el español Álvaro Arbeloa. Cristiano Ronaldo lo buscó con la mirada, pero no lo encontró. Sergio Ramos e Iker Casillas estaban lejos.
Al acabar el choque, Mourinho tuvo una charla con Xabi Alonso sobre la hierba y luego reveló haber tenido un encuentro muy amistoso con el presidente del equipo blanco, Florentino Pérez, al que definió como una "fantástica persona".
"No sé lo que dijo (Cristiano), no es mi problema, trabajo para el Chelsea, estoy feliz de haber vuelto. Deseo lo mejor al Real Madrid, donde hay mucha gente que quiero, desde el presidente hasta el más humilde empleado", dijo Mourinho.
"Es un gran jugador, no es una gran noticia que marque dos goles", afirmó sobre el astro portugués, cuya celebración no quiso comentar. "Ha metido muchos goles en tres temporadas, algunos los hemos celebrado juntos y con eso me quedo, espero que celebre muchos en la Liga", dijo el entrenador del Chelsea, que deseó lo mejor a su ex equipo, excepto en la Liga de Campeones.