Nibali se viste de rojo, de líder.
EFEALTO DO MONTE DA GROBA, España.- El italiano Vincenzo Nibali (Astana) mostró su alegría por volver a vestir el jersey rojo de la Vuelta, pero recordó que para él "lo importante es llegar a Madrid" con una prenda que acredita al líder.
"Estoy contento de volver a tener la "maglia" roja después de ganar la Vuelta en 2010. Ahora, vamos a ver si podemos defender el maillot, aunque sobre todo espero vestirlo al final de carrera, en Madrid", señaló el "Tiburón del Estrecho de Mesina" tras la segunda etapa, que se resolvió con un triunfo del irlandés Nicolas Roche.
Nibali destacó la ayuda de sus gregarios en el ascenso al Monte Da Groba. "Fuglsang me ha ayudado mucho, y creo que Brajkovic ha perdido el liderato por un problema con la bici, aunque no estoy seguro".
El jefe de filas del Astana, que se volvió a vestir con "la roja" después de su triunfo en 2010, acabó contento la etapa, a pesar de perder dos segundos respecto a los españoles Alejandro Valverde y Joaquim "Purito" Rodríguez.
"Esta Vuelta es muy difícil, el segundo día hemos tenido un final en alto y muchos corredores han sufrido. Yo he llegado a la Vuelta en un buen momento de forma y, aunque este final explosivo era mejor para Valverde o Rodríguez, todo ha ido perfecto, el equipo ha hecho un gran trabajo", señaló.
Nibali es el nuevo líder con 8 segundos sobre el irlandés Nicolas Roche (Saxo Tinkoff) y 10 respecto al español Haimar Zubeldia (Radioshack).
"Purito" Rodríguez: "Nuestra baza de hoy era Moreno"
El español "Purito" Rodríguez, que fue séptimo en la segunda etapa dijo en la meta que hoy "la baza" de su equipo era Dani Moreno.
"Dani era una buena baza para nosotros hoy y por eso he decidido que arrancase él, creo que nos ha salido bien, aunque no haya ganado", señaló Rodríguez ante los periodistas tras cruzar la línea de meta.
El líder del Katusha se ha mostrado satisfecho de su papel en la etapa. "Yo he recuperado y estoy contento, he acabado bien de piernas aunque me ha costado muchísimo", comentó.
El que vivió una jornada negra fue Samuel Sánchez (Euskaltel), que hoy perdió casi tres minutos y tras la jornada reconoció que tuvo un día "muy malo".
"A falta de siete kilómetros me he quedado sin fuerzas y no podía dar pedales, menos mal que tenía a los compañeros", aseguró.
"Esto es muy largo y no pasa nada, así es el deporte y la Vuelta a España, son gajes del oficio", reflexionó el corredor asturiano.