Los brasileños ganaron el último fin de semana, pero marchan en la parte baja de la tabla local.
EFE
SANTIAGO.- La Universidad Católica de Martín Lasarte logró en la jornada de ayer una sólida clasificación a los octavos de final de la Copa Sudamericana tras derrotar al poderoso Emelec y en el horizonte aparece nada más ni nada menos que un viejo conocido: Sao Paulo.
Los brasileños tienen la chapa de ser "la bestia negra" de los de San Carlos de Apoquindo, ya que en la pasada edición de este certamen internacional fueron precisamente ellos los que dejaron en el camino a los chilenos en las semifinales.
Es por eso que este nuevo choque entre cruzados y brasileños aparece como una gran opción de revancha para el elenco de Martín Lasarte, el que en esta oportunidad aparece con más opciones de lograr superar a los actuales campeones.
Y lo anterior tiene que ver principalmente con que Sao Paulo atraviesa por un momento futbolístico que no es de los mejores.
Ubicados en el puesto número 18 con tan solo 14 puntos en 15 duelos disputados, los brasileños viven una realidad que los tiene actualmente en los puestos de descenso del brasileirao, lo que obviamente tiene muy disconformes a los hinchas.
En el último fin de semana, Sao Paulo superó al actual campeón del torneo de Brasil, al Fluminense, por 2-1 en una victoria que cayó como un bálsamo en la hinchada y el cuerpo técnico, quienes lograron cortar una racha de 12 partidos sin ganar.
De todas formas, Sao Paulo aún no logra despegar de manera definitiva en el plano local y es precisamente aquello lo que la Universidad Católica deberá aprovechar para así hacer valer los 18 partidos sin perder que lleva el equipo de Lasarte, y concretar un paso a los cuartos de final de la Copa Sudamericana.