Los dardos hacia el paraguayo.
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SANTIAGO.- Tras la amarga y triste derrota y eliminación de Colo Colo en la Copa Sudamericana ante el modesto Deportivo Pasto, el ambiente en el Monumental está cada vez más agrio.
Y una vez consumada la salida del torneo continental, todas las críticas apuntan al técnico Gustavo Benítez, incluso al interior del mismo plantel y la regencia de Blanco y Negro.
Según publica El Mercurio este viernes, los propios dirigentes y jugadores del Cacique apuntan a paraguayo por la mala campaña.
Incluso, la Comisión de Fútbol se reunirá hoy para analizar el curso del equipo, que el domingo recibirá a Unión Española con la certeza de que una nueva derrota podría herir de muerte cualquier opción a luchar por el título en 2013.
A la hora de repartir las culpas, el nombre de Gustavo Benítez es el blanco repetido tanto para los dirigentes como para los propios jugadores. Ayer, el presidente de Blanco y Negro, Arturo Salah, aseguró que "existe plena confianza de que Gustavo y el plantel superarán este momento. Trataremos de que Colo Colo esté en posiciones más ventajosas". Fue el compromiso que firmó el ingeniero cuando asumió el paraguayo: sostener un proceso por un año.
Sin embargo, el resto de la dirigencia no está tan de acuerdo. Hoy se alinearán detrás de la figura del entrenador, pero con una serie de reparos relacionados con sus decisiones técnicas, especialmente en el último duelo. "Benítez no se ve claro. ¿Hasta cuándo insiste con algunos jugadores? El chico Juan Delgado en un partido hizo más que los otros delanteros. No sabemos por qué jugó Sebastián Toro, que llevaba apenas un partido en todo el semestre", cuestionaron ayer desde la mesa.
Vendrá el primer llamado de atención para un Benítez siempre celoso de su feudo. Aunque Salah asegure que "los partidos nos pillaron en una contingencia muy especial, con un plantel muy debilitado por la falta de jugadores fundamentales que trajimos para paliar algunas carencias del plantel".
Ante Pasto, tres de las incorporaciones quedaron al margen por lesiones -Justo Villar, Damián Malrechauffe y Fabián Benítez-, pero Nicolás Crovetto, Jason Silva y Javier Toledo estuvieron en la banca. Y esperó hasta el entretiempo para hacer las modificaciones que exigía un partido ampliamente desfavorable en el marcador. "No sabemos por qué se tardó tanto, si el equipo no funcionaba", reclamaron en el directorio.
Al margen de las críticas, en la compañía no piensan, por el momento, en otro plan que respaldar al DT si el escenario empeora. Incluso, ayer Salah extendió la responsabilidad a la oposición a Blanco y Negro, encarnada en la Corporación y el grupo Colo Colo de Todos. "Considero que hay muchos intereses que influyen en que estos 'incendios' se agranden", dijo.
Dudas en el plantel
En el primer equipo, la crítica es similar. No agradó que Benítez se quejara de "la falta de jerarquía" de sus dirigidos. Tampoco gustó que jugara Toro en lugar de Luis Mena. El "Cacique rubio" había dicho en la antesala que "si había que arriesgar, podría haber jugado sin problemas"; sin embargo, quedó al margen por una molestia muscular y fue sustituido por el ex Iquique. "La lógica era Lucas Domínguez, que es más alto y venía jugando", dicen en Macul.
La noche del miércoles fue de desencuentro. Solo seis jugadores se fueron junto al paraguayo en el bus después de la derrota. La idea era que el plantel cenara junto en el hotel de la concentración, pero la desazón que existía llevó a que varios futbolistas cumplieran el recorrido en sus vehículos particulares.
Ayer, Benítez apenas habló en la práctica matinal del Cacique. El preparador físico Marcelo Giarrusso llevó la voz para levantar a un equipo desolado por la eliminación. Y el domingo les espera Unión Española: Colo Colo solo ganó uno de los últimos cinco partidos ante el cuadro de José Luis Sierra. La crisis alba puede seguir profundizándose.