Serena Williams grita su avance a la final del US Open.
Reuters
NUEVA YORK.- La estadounidense Serena Williams y la bielorrusa Victoria Azarenka reeditarán el domingo la final del US Open que jugaron hace un año.
La número uno del mundo y defensora del título, Williams arrasó hoy a la china Li Na por 6-0 y 6-3 después de que Azarenka pusiera fin al sueño de la italiana Flavia Pennetta, que cayó por 6-4 y 6-2 en el estadio Arthur Ashe.
La estadounidense, que peleará por su quinto US Open, llega lanzada al partido definitivo: no cedió un set en todo el torneo y apenas perdió 16 juegos en su camino hacia la final, su séptima en la ciudad de los rascacielos.
"Fue un partido muy bueno", señaló después de una hora y 27 minutos de duelo ante Li, número seis del ranking y que salvó seis pelotas de partido. "Fue difícil, pero pude cerrarlo finalmente", celebró Williams.
"Jugar aquí escuchando 'vamos Serena, vamos Serena' es un placer. Es muy especial, muchas gracias", añadió la estadounidense, ganadora de 16 Grand Slam en su carrera.
De su décimo séptimo grande sólo le separa la segunda jugadora del ranking mundial, Azarenka, una tenista intratable en 2013 sobre cancha dura y que ganó los dos últimos enfrentamientos con Williams en cemento.
"Siempre jugamos buenos partidos. Es una gran tenista", señaló la estadounidense de 31 años, que se impuso en 12 de los 15 enfrentamientos con Azarenka.
La última vez que hubo dos finales consecutivas con las mismas protagonistas fue en 2002 y 2003, con Serena y Venus Williams.
La estadounidense, que podría ganar su tercer entorchado sin ceder un set en todo el torneo tras 2002 y 2008, aspira a su noveno título de la temporada, un trofeo que le reportaría 3,6 millones de dólares.
Si consigue batir a Azarenka, la número uno se convertiría en la primera tenista en superar los nueve millones de ganancias en una única temporada. Sólo Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic -el serbio en dos ocasiones-, superaron esa barrera en la historia del tenis.
Azarenka, de 24 años, derrotó antes a Pennetta por 6-4 y 6-2 en un partido lleno de errores no forzados y de roturas de servicio. Sin embargo, la bielorrusa celebró lo importante, otra final de Grand Slam.
"Estoy muy emocionada. Fue un camino largo a la final, es una gran sensación poder estar en la final y luchar por el trofeo", dijo la número dos del mundo, que buscará su tercer grande.
"Hoy fue un partido emocionante. Cuando aguanté mi servicio al final del primer set fue la clave. No encontré mi ritmo en el partido, pero jugué bien al resto", añadió la bielorrusa.