Una imagen repetida.
AgenciasYEONGAM.- ¿Cuánto dominio tolera el deporte? Sebastian Vettel marcha implacable rumbo a su cuarto título Mundial consecutivo de Fórmula 1, pero el éxito tiene también su contracara para el alemán, centro de un incómodo debate.
El piloto de Red Bull debió acostumbrarse en las últimas semanas a recibir silbidos y abucheos de algunos seguidores que quieren más emoción en la competencia.
"A la gente también le parecía aburrido cuando Michael Schumacher ganaba siempre. Ahora ocurre lo mismo con Sebastian. Es la otra cara del éxito", analizó el jefe de deportes de motor de Mercedes, el ex piloto Toto Wolff.
La única pregunta que ofrece el Mundial de Fórmula 1, que este fin de semana visita el circuito de Yeongam en Corea del Sur, es cuándo asegurará Vettel un nuevo título, una situación muy diferente en comparación con el apretado final de 2012.
Vettel ganó en Singapur con una ventaja de 32,6 segundos, una distancia que nunca había logrado en los 33 Grandes Premios que ganó a lo largo de su carrera.
"Mientras otros se remojan las pelotas en la piscina los viernes por la mañana, nosotros seguimos trabajando duro para tener una buena carrera", explicó un poco diplomático Vettel su éxito antes del decimocuarto Gran Premio de la temporada.
La declaración seguramente no despertará muchas simpatías entre el resto de los pilotos, pero el reconocimiento profesional al nivel de Vettel y Red Bull está fuera de discusión.
"Es realmente impactante cuando un equipo y un piloto mantienen su dominio por largo tiempo. Amo este deporte porque uno no puede mentirse frente al cronómetro. Ese cronómetro dice que de momento ellos están haciendo el mejor trabajo", analizó Wolff en declaraciones al "Daily Telegraph".
El director deportivo de Ferrari, Stefano Domenicali, el piloto de Mercedes Lewis Hamilton y varios otros corredores salieron en defensa de Vettel frente a la frustración mostrada por algunos seguidores. Sin embargo, todo esperan liberarse pronto de las garras del alemán, cuyo dominio recuerda a un Schumacher que también llevaba a su auto y a sí mismo al límite.
"Vettel tiene una enorme ambición y eso contagia también a su equipo", explica el austríaco Niki Lauda, tres veces campeón mundial.
Ferrari, el equipo del español Fernando Alonso, principal perseguidor de Vettel, parece haber bajado ya los brazos. "Ahora está claro que nuestras energías se concentrarán al 99 por ciento en el proyecto para 2014, porque es tan complicado como importante", señaló Domenicali tras el Gran Premio de Singapur, donde Vettel ganó su tercera carrera consecutiva y extendió a 60 su ventaja sobre Alonso.
"Antes del paréntesis veraniego, nos esforzamos de modo intenso en lograr un salto de rendimiento en Singapur. Pero en lugar de ello, hemos perdido incluso más terreno", lamentó Domenicali.
Tal vez no sean sus rivales, sino la revolución técnica que se avecina la única capaz de detener a Vettel.
"El dominio de Sebastian llegará a su final, quizá en 2014. Habrá coches totalmente nuevos, nuevos motores, nuevas reglas", dijo el dueño de los derechos comerciales de la Fórmula 1, el británico Bernie Ecclestone.
"El mejor piloto no será en absoluto el campeón, sino que será el mejor coche el que gane el título. Es la oportunidad de Ferrari y Mercedes para alcanzar a Vettel", adelantó el patrón de la Fórmula 1.
Sin embargo, al alemán no le faltarán herramientas para pelear en 2014. Además de su talento al volante, seguirá contando con el apoyo en Red Bull de su reconocido director técnico Adrian Newey.
Gerhard Berger, ex director de Toro-Rosso durante los inicios de Vettel, advierte que no será tan sencillo destronar al tricampeón: "Sebastian ya no busca un duelo con Alonso o con (Kimi) Raikkonen. Sólo le interesa una cosa: romper el récord de Schumacher. Y pienso que lo logrará".