Otros tiempos.
Héctor Flores, El Mercurio.
SANTIAGO.- Parecía una semana tranquila después del triunfo de Colo Colo el fin de semana ante Cobreloa en el debut del interinato de Héctor Tapia en la banca alba.
Pero no. Mientras en lo deportivo el primer equipo trabaja tranquilo -como hace rato no ocurría- en el Monumental, en la parte directiva las relaciones están cada vez más quebradas.
Y la gota que rebasó el vaso fue la reunión informal que sostuvo Aníbal Mosa con Claudio Borghi, con la idea de sondearlo como nuevo adiestrador del Cacique. El más molesto con esta acción fue el presidente del club, Arturo Salah, quien no se dio por enterado de la cita entre el accionista y el entrenador.
Por eso, el ex técnico de la U y Colo Colo llamó a un directorio extraordinario para este martes con el fin de tratar la situación y plantear sus términos y definir las funciones del vicepresidente, Aníbal Mosa.
El tema es que la facción cercana al propio Mosa no asistirá a esta junta, ni tampoco los directores pertenecientes a la Corporación y sólo llegarían los tres directores del bloque oficialista de Leonidas Vial (Salah, Vial y José Tomás Errázuriz) y los dos del grupo de Hernán Levy, Pedro Grau y Leonardo Bataglia.
"Nosotros actuamos con completa independencia, no como bloque junto a nadie. Sólo en esta pasada estamos en la misma línea", explicó Raúl Labán, presidente de la Corporación.
Así, con este panorama, la reunión de este martes en la mañana en Andrés Bello podría traer varias novedades en la directiva de ByN. Salah tendrá que poner a prueba la autoridad con la que llegó, la misma que parece ir perdiendo tras el empoderamiento de Mosa en Macul.
