El caos que se vivió en el campo de juego rápidamente se trasladó a camarines.
PhotosportSANTIAGO.- El caos originado en la cancha se trasladó inmediatamente a los camarines luego que Enrique Osses determinara suspender el clásico universitario por la agresión que recibió el volante Fernando Meneses.
A tanto llegó el airado ambiente que había, que incluso la plana mayor de Católica, liderada por su presidente Jaime Estévez y por el gerente deportivo José María Buljubasich, se enfrascó en una discusión de proporciones con los agentes de seguridad del estadio.
Todo se originó porque los directivos cruzados intentaron ingresar al camarín del árbitro Osses para tener la confirmación de que el duelo se había suspendido, y ante la negativa de los guardias los insultos y empujones no se hicieron esperar.
Para peor, y en el momento de mayor caos, apareció el timonel azul José Yuraszeck, quien sí tuvo la autorización para pasa debido a que los vestuarios de la U quedan en el mismo sector. Esto más enfureció q los dirigentes cruzados quienes incluso le pidieron a Yuraszeck que interviniera pero este no accedió.
Finalmente, y luego de más de 15 minutos de disputa, la regencia cruzada pudo ingresar y participó en la reunión entre dirigentes y el juez.
Mientras esto pasaba en el camarín sur, en el norte, destinado a la UC era sacado en camilla y con cuello ortopédico el lastimado Fernando Meneses, quien fue trasladado a un centro asistencial a raíz del tec cerrado que le diagnósticaron desde el cuerpo médico precordillerano.