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Cris Martínez: "Ojalá llegue a clubes como la U o Colo Colo, que pelean para salir campeón"

El delantero de San Luis, además de goleador y revelación de la Primera B, confesó su sueño, analizó su presente y contó sobre las diferencias entre el fútbol paraguayo y el chileno.

01 de Noviembre de 2013 | 10:27 | Por Víctor Jaque Orellana, Emol
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Cris Martínez, delantero de San Luis de Quillota.

Manuel Herrera, El Mercurio

SANTIAGO.- Cris Robert Martínez Escobar se escucha satisfecho. Con 20 años, el ex delantero de Nacional de Paraguay y actual ariete de San Luis, ya suma ocho conquistas en el actual torneo de la Primera B, lo que lo tiene como goleador y revelación del certamen del ascenso chileno.


Gracias a una estadística de 0.72 anotaciones por partido tras los 11 compromisos que ha jugado su equipo en la B, el ariete guaraní no esconde su deseo de seguir creciendo y confiesa a Emol uno de sus sueños.

"Ojalá pueda llegar a un equipo como Universidad de Chile, Colo Colo, la UC o (Unión) Española, clubes que siempre pelean arriba para salir campeón", cuenta con ilusión de que su anhelo se concrete algún día.

Sus inicios en el fútbol

Martínez recuerda que desde pequeño quiso jugar de delantero, aunque en un principio lo probaron en otras posiciones algo más alejado de su obsesión por anotar goles, pero finalmente terminó por afianzarse como ariete, tal como brilla hoy en San Luis. 


"Desde chico fui delantero, pero cuando llegué a Nacional fui más por afuera, algo alejado del arco, aunque siempre jugué de atacante, media punta o volante. Siempre voy al ataque. Me gusta hacer goles", asegura.


Ya con dos ciclos en el balompié nacional (el año 2011 ya estuvo en Quillota), el paraguayo destaca que el fútbol chileno "es diferente al nuestro (en Paraguay). Acá, uno tiene más la pelota, lo que me gustó y me permitió adaptarme bien a la primera B. Ojalá siga así para poder llegar a la Primera División".


Fin al invicto y la polémica


La duodécima fecha de la Primera B será recordada por la escuadra canaria. Durante todo el campeonato los quillotanos lucieron un invicto que se sustentó en su funcionamiento colectivo, aunque la fecha pasada San Marcos de Arica, en el minuto 95, rompió su racha al ganarles por 3-2.


Y en San Luis reconocen que fue un compromiso con polémico, que incluso comenzó a disputarse antes del pitazo inicial en el estadio Carlos Dittborn.

Cris Martínez rememora que "la gente (en Arica) nos recibió mal. Cuando entramos al estadio, la gente nos insultó desde que bajamos del bus, nos tiraron piedras, pero no hicimos caso".


"Entramos a la cancha e hicimos lo que teníamos que hacer, aunque el árbitro  no nos favoreció, nos metía cada vez más en nuestra área cobrando cosas que no tenía que cobrar", expresó el delantero.


Los incidentes se repitieron cuando abandonaron el estadio, como recuerda el ariete. "Cuando salimos del estadio nos escupieron y tiraron piedras. Eso es feo, porque vamos a dar un espectáculo. Esto mancha el fútbol. Nunca me había pasado algo así".


Con los pies en la tierra

Cris Martínez, hace una pausa a través de la línea telefónica antes de entregar una contundente sentencia. "Este tropiezo (en Arica) nos viene bien para poder bajar a la tierra y seguir trabajando al ciento por ciento".


El delantero destaca el trabajo de sus compañeros, y por sobre todo, lo que realiza el técnico canario, Miguel Ponce, DT que recaló a comienzos de año en la Quinta región para suceder a Mauricio Giganti, pero que como antecedente traía una seguidilla de malos resultados en su paso por Deportes La Serena.

"El profe (Miguel Ponce) es una persona increíble. Trabaja al ciento por ciento y trata de sacar lo mejor de nosotros. Siempre trata de motivar al grupo y eso es bueno".

Por último, el delantero no pierde la oportunidad para resaltar a la parcialidad canaria. "El público de Quillota es bueno. Nos manda mensajes y cada fin de semana tratamos de rendir para que se sientan cómodos con nosotros", cerró el artillero.

Así transcurre el presente de Cris, un joven goleador que sueña con dar el gran salto en Chile y jugar en alguno de los equipos más grandes de nuestro país. Al menos hoy, los méritos y los números lo acompañan para cumplir su anhelo.

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