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SANTIAGO.- Enrique Osses sacó la voz. El juez que suspendió el pasado domingo el polémico clásico universitario entre la U y la UC descartó algún tipo de presiones para que continuara el partido cuando el presidente de Azul Azul, José Yuraszeck, ingresó a su camarín.
"En ningún momento estuvo en cuestionamiento la suspensión del partido. Independiente de lo que pasó en el camarín, nada cambió mi decisión. La situación era tan clara, qie lo que me dijera el resto de la gente no tenía asidero", confesó en entrevista con El Mercurio.
Siguió con su explicación: "Cuando él llegó (Yuraszeck), lamentablemente yo no tenía idea de lo que pasaba afuera, de la restricción a la gente de la UC para que no entrara. Pero mi decisión no cambió en nada desde que les avisé a los capitanes, en la cancha, que el partido estaba suspendido".
Y había más: "En ningún minuto sentí presión indebida o ánimo de sacar ventajas. Se habló sobre cuándo se reanudaba el partido. Siempre dije que no era algo mío, que era decisión de la ANFP. La posición de Yuraszeck era reanudar el partido lo antes posible, pero no estaba eso en mis manos".
Continúo y reiteró: "No recibí ningún tipo de presión, pero evidentemente lo que pasó no es algo normal, por lo que son situaciones que ahora se deberían regular".
Respecto a toda la bochornosa situación que pasó una vez finalizado el encuentro al minuto 56, el juez FIFA aseguró que "nada de lo que pasó fue habitual. Son hechos aislados que no ocurren todas las semanas. Fue un momento complejo".
Por último, Osses explicó que "a partir del final del partido se abre un expediente administrativo que es resorte de la ANFP, no corresponde al árbitro. El árbitro termina el partido, concluye con los incidentes técnicos del partido y se acaba. El informe de René Rosas, que era delegado de la ANFP, determinará si hubo irregularidades o no".