Héctor Tapia, el hombre que en menos de un mes le devolvió la alegría a Colo Colo

SANTIAGO.- El 14 de octubre pasado, Colo Colo oficializó el término del ciclo que comandó el técnico Gustavo Benítez en Macul, como consecuencia del irregular rendimiento que exhibió el plantel en el Torneo de Apertura 2013-2014, ubicándose lejos de las posiciones de privilegio.

Ya sin el paraguayo, la conducción del equipo la asumió el binonio formado por Héctor Tapia y Miguel Riffo, ambos ex jugadores del club. Su primera misión fue descomprimir un camarín que carecía de respuestas ante el duro momento deportivo que azotaba al Cacique.

Tras de 25 días de trabajo, las dudas inciales dieron paso a las certezas. La última muestra, fue la victoria por 3-2 ante Universidad de Chile en la versión 174 del Superclásico del fútbol nacional, que llega a coronar un proceso corto, pero hasta ahora efectivo.

El duro camino hacia la regularidad

Solo cinco días tuvieron Héctor Tapia y Miguel Riffo para trabajar con el primer equipo. El 20 de octubre, recibieron a Cobreloa - uno de los cuadros más regulares del torneo - en el marco de la undécima fecha. En un estadio Monumental repleto, Felipe Flores en el minuto 91 le dio la victoria al Cacique por 2-1, dando muestras de un funcionamiento táctico que se alejaba de lo mostrado en las jornadas anteriores.

La fecha 12 presentó un desafío mayor. Al frente estaría O'Higgins, elenco que pelea palmo a palmo con Universidad Católica el título. En el estadio Santa Laura y como visitante, Colo Colo mostró unos 45' iniciales de alto nivel - quizás los mejores del campeonato -, con un trabajo colectivo que les permitió irse a camarines con un 0-3 a favor. Al final, el marcador fue 2-3 dejando una buena sensación en la hinchada.

La siguiente parada de Colo Colo fue el Estadio CAP, donde Universidad de Concepción ejerció su localía. En un cotejo extraño, el Campanil a los diez minutos ya ganaba 1-0, trayendo nuevamente los fantasmas de fechas pasadas. La derrota por 4-1 dejó a los albos disminuídos anímicamente frente a la siguiente prueba: el Superclásico ante la U.

"El partido que todos quieren ganar"

En el Monumental se jugaban muchas más cosas que solo tres puntos. Una victoria de Colo Colo les daba opciones de disputar un lugar por la liguilla a Copa Libertadores, mientras que para la U, sumar significaba mantener con vida la opción matemática de disputar el título.

El partido tuvo momentos para ambas escuadras, pero los locales supieron aprovechar las oportunidades para cimentar un agónico 3-2 gracias a Felipe Flores, quien volvió a aparecer en el horizonte de Héctor Tapia y Miguel Riffo: en el minuto 90 su remate venció al golero Luis Marín, anotando la última cifra alba en un lance que no se podía perder, no importando el presente de los equipos.

Cambio en el "manejo" del camarín

El estilo impuesto por la dupla Tapia-Riffo se notó de inmediato en el vestuario del Cacique. Ambos, apelando a su experiencia como jugadores del club, lograron generar una cercanía mayor a la mostrada por Benítez, tal como lo indicó José Pedro Fuenzalida días después de la salida del estratego paraguayo.

"Héctor y Miguel son de comunicarse mucho con los jugadores, porque ellos fueron futbolistas hasta no hace mucho, y todavía tienen eso de comunicarse mucho con los jugadores", expresó el volante.

De la misma forma, la plantilla alba era (y es) consciente de que cualquier decisión sobre la continuidad de la dupla técnica la tomarán los dirigentes, aunque el deseo de todos es que Miguel Riffo y Héctor Tapia se mantengan al mando del primer equipo.

Otro elemento que destacan los propios jugadores es la forma de abordar el trabajo diario. Gonzalo Fierro días antes del Superclásicon señaló que "Héctor con Miguel se complementan muy bien, porque uno fue delantero y el otro defensa", lo que les facilitaría transmitir al plantel lo que necesitan en los diferentes momentos del juego.

Solo 25 días le bastó a Héctor Tapia para cambiar la cara de Colo Colo: Felipe Flores pasó, al igual que varios jugadores más, de ser cuestionado a formar parte importante del plantel, Emiliano Vecchio cada fin de semana encuentra el nivel mostrado en Unión Española y el funcionamiento colectivo se reafirma cada fecha.

Ante Universidad de Chile, siete jugadores formados en las divisiones inferiores del club vieron acción, tal como Tapia y Riffo lo hicieron años atrás.