Solidez defensiva y triunfos vitales, las claves de la campaña del campeón O’Higgins

SANTIAGO.- En los últimos campeonatos O’Higgins había realizado buenos trabajos, pero siempre le faltó la puntada final para cumplir su objetivo, por lo que para el Torneo Apertura 2013/2014 el equipo se juramentó que no dejaría pasar una nueva oportunidad.

Y lo cumplieron. Gracias a una extraordinaria campaña, el cuadro de Eduardo Berizzo consiguió su primera corona, al ganarle la definición a la UC, la que llegó de la mano de un magnífico certamen que incluyó 13 partidos ganados (incluida la gran final) tres empatados y sólo dos perdidos. 

Además, en su andar la solidez defensiva fue clave en cada uno de sus encuentros, ya que si bien no cosechó grandes victorias, sí amarró festejos vitales  gracias a su ordenamiento y buen trabajo de la última línea. En todo el certamen recibió 13 goles en contra siendo el equipo menos batido del certamen.

La ruta a la corona

El camino de los celestes a su anhelada estrella comenzó en el norte del país, en el estadio Tierra de Campeones. Allí lograron su primer triunfo a costa de Deportes Iquique, en un duelo que culminó 1-0 con la solitaria conquista de su goleador Pablo Calandria. Fue el primer festejo.

En la segunda fecha el elenco de Rancagua derrotó 2-1 a Antofagasta en el estadio Monumental. Debido a la remodelación de El Teniente, O’Higgins debió resignar su localía y se vino a Santiago a hacer dueño de casa. Y en la capital también le fue bien.

Las dos jornada siguientes fueron desfavorables y la escuadra de la Sexta región perdió el rumbo. Dos empates ante Audax Italiano y Everton complicaron el andar del equipo. La irregularidad se apoderó de los pupilos de Berizzo y surgieron las primeras dudas.

La quinta fecha fue clave. Los celestes igualaron 2-2 con Wanderers, pero un error del entrenador caturro, Ivo Basay, terminó dándoles la victoria. El DT alineó a seis extranjeros, algo que impide el reglamento y que fue sancionado por la ANFP con la pérdida de los tres puntos para los verdes.

Pero tras ello los pupilos del adiestrador argentino siguieron tropezando. En la sexta jornada recibieron a Palestino en el Monumental. Fue una derrota de 1-0 con lo que se alejaron de la cima del Apertura.

Todo esto hasta que llegó el cambio. O’Higgins dejó de lado la irregularidad y comenzó a afianzarse, lo que le sirvió para recuperar terreno e iniciar su camino definitivo a la conquista del título.

Y en ese cambio de mentalidad, los de Rancagua fortalecieron su línea defensiva y se transformaron en un equipo más aplicado, tanto que consolidaron su juego de fondo y aparecieron los buenos resultados.

Festejos sobre Ñublense, Universidad Católica (en un triunfo clave) y Huachipato enmendaron el camino. Luego vino un empate ante la U, un duro rival. Así sumaron puntos vitales en la ruta a la corona, pero en la fecha 12 Colo Colo frenó su andar. Los albos ganaron 3-2 en el Santa Laura y complicaron las opciones de los celestes.

Pero los dirigidos de Berizzo estaban claros en su objetivo. Se recuperaron rápidamente del traspié y regresaron los triunfos: Cobresal, Cobreloa, La Calera y Unión Española sucumbieron a su poderío. De esa forma lograron 12 unidades trascendentales que los dejaron peleando mano a mano el título con la UC hasta la última fecha.

Y la jornada definitiva fue emocionante. Hasta el minuto 90 los celestes empataban 3-3 con Rangers y la UC vencía a La Calera, por lo que título era para los cruzados, pero los de Berizzo querían una gran final y la forzaron al ganar en el último suspiro por 4-3 a los talquinos.

Siempre fueron celebraciones ajustadas, pero daba lo mismo cómo llegasen, lo que importaba era lograrlas y seguir sumando puntos. Y así fue el trámite final. En una definición con la UC en el Nacional, los celestes ganaron 1-0 y desataron la fiesta en Rancagua.

Es que finalmente O’Higgins levantó su primer título nacional en su historia, uno que viene a alegrar una historia de 58 años que al fin tuvo un final de ensueño...