La planificación de marcas de Lasarte.
Leonardo Vallejos, EmolSANTIAGO.- Católica hizo un pésimo primer tiempo en Quillota ante Unión La Calera. Poca profundidad, escasas subidas de los laterales Parot y Álvarez, además de una opaca actuación de los delanteros Sosa y Castillo. Los nervios comenzaban a aflorar tanto en el técnico Martín Lasarte como en los miles de hinchas que repletaron el Lucio Fariña.
Para peor, en Talca O'Higgins se iba al descanso en ventaja por 2-1 sobre Rangers y hasta allí se coronaba campeón. Por ello, la charla en el entretiempo fue muy dura de parte del estratega charrúa.
"Nos dijo que no podíamos tirar por la borda todo un año tan bueno y que no le podíamos fallar a nuestra hinchada", reveló un integrante del plantel.
Es que la táctica del charrúa no estaba dando resultados, ni siquiera las marcas que había dispuesto, y tanto planificado como se vio en una imagen ubicada al interior del camarín, daban una solución.
Y el cambio de actitud se notó en el complemento. Los cruzados entraron más decididos, con mayor determinación de dar vuelta la historia. Justo cuando Rodolfo González marcaba el empate transitorio en la VII región, Lasarte se desespera y le grita a su preparador físico para que apure a José Luis Muñoz y Matías Jadue.
La confusión fue total. El charrúa gritaba a todo lo que da para que le entendieran, pero como los suplentes calentaba detrás del arco de Calera era muy difícil que pudieran entender la orden. Incluso Michael Ríos pensó que era él el que debía entrar. El enojado DT cruzado se agarraba la cabeza, volvía a gritar y su ayudante Rodolfo Nene tuvo que correr para avisar que eran Jadue y Muñoz los llamados.
La apuesta le resultó al uruguayo. Tanto Jadue como Muñoz entraron con piernas frescas y con una mentalidad de ir en busca del gol del triunfo, y que en ese entonces les daba el campeonato. El ex Everton fue el hombre más importante del ataque por la banda izquierda, ya sea habilitando a sus compañeros o bien generándose sus propias ocasiones de gol.
Mientras que el "turco" aportó con su gran juego aéreo, piloteando para los demás jugadores y también ayudando en las pelotas paradas en contra.
Finalmente sería "Ribery" quien una vez más le salvaría la tarde a Lasarte con otro gol clave. Lo que pasó después ya es historia conocida.
Y pese a que costó, la fórmula del uruguayo terminó dando resultado y muy bien que lo agradeció el hincha, que se fue de Quillota aplaudiendo al DT, dándole ánimo para la decisiva final y asegurando que de su mana la UC será campeón el martes.