Ismael Sosa y su lamento: "Siempre nos pasa lo mismo"

SANTIAGO.- La pérdida de la final por el Torneo de Apertura fue completamente traumática para la Universidad Católica. Tras el pitazo final de Jorge Osorio, Michael Ríos se salió de sus cabales y fue a encarar violentamente a Paulo Garcés, y luego, una gran cantidad de hinchas cruzados ingresaron al terreno de juego.

En el camarín la amargura fue total y como consecuencia de ello, en la UC fueron pocos los que sacaron la voz.

Uno de ellos fue el goleador universitario Ismael Sosa, quien se mostró devastado por el resultado. "No tengo palabras, teníamos que ganar, pero siempre nos pasa lo mismo", expresó entre lágrimas.

Otro jugador que habló con la prensa fue Milovan Mirosevic, quien a nombre del plantel declaró, sin aceptar preguntas, que "estamos secos, lo dimos todo en la cancha (...) Hay que levantarse y seguir adelante".

Por su parte, el lateral cruzado Fernando Cordero lanzó sus dardos contra el portero de O'Higgins por su actuación en la cancha.

"Garcés hizo un show aparte, pero esto es una rueda y ya le va a tocar la mala a él", sostuvo.

Así, el resto de los jugadores de la Universidad Católica fueron abandonando el recinto sin cruzar palabras con la gran cantidad de periodistas que estaban apostados fuera de las duchas cruzadas.

Las reacciones cruzadas sobre la final se entregarán este miércoles, ya que los cruzados volverán a las prácticas pensando en lo que será el choque por liguilla del viernes ante Deportes Iquique. El horario del entrenamiento no fue confirmado.

Nicolás Castillo fue el primero en abandonar camarines. El delantero hace rato que no está hablando con los medios y hoy no fue la excepción. Con una extraña calma, el ex sub 20 recibió espaldarazos de hinchas que estaban esperando a sus jugadores para pedir autógrafos y tomarse fotografías.

José Luis Muñoz fue el segundo en salir de las duchas. "Ribery", quien también exhibió una aparente actitud de tranquilidad, recibió el saludo de seguidores cruzados, pero esquivó a la prensa.

Franco Costanzo y Matías Jadue siguieron en el orden de salida. Con rostros cabizbajos,  enfilaron hacia el bus de traslado. Ante las consultas periodísticas, ambos, como también los que vinieron, siguieron su camino sin emitir palabra alguna sobre lo sucedido en la cancha del Estadio Nacional.