Federer buscará su título número 78 ante Hewitt.
EFE
Brisbane.- El torneo de tenis de Brisbane tendrá mañana su "final soñada", un duelo entre dos veteranos y ex líderes del ranking como el suizo Roger Federer (6°) y el australiano Lleyton Hewitt (60°).
Federer se impuso hoy al francés Jeremy Chardy (34°) por 6-4, 6-7 (3-7) y 6-3, en tanto que Hewitt también batalló para batir 5-7, 6-4 y 6-3 al japonés Kei Nishikori (17°).
Amigos y protagonistas de brillantes batallas en el circuito, los dos tenistas de 32 años eran los finalistas deseados en Brisbane, un certamen que Federer está jugando por primera vez en su carrera. A su vez, la de mañana será la primera final de Hewitt ante su público desde la que perdiera con el ruso Marat Safin en el Abierto de Australia 2005.
"Si nos remontamos 17 años atrás, nuestros entrenadores eran entonces grandes amigos", recordó Federer. "Es increíble que tengamos la posibilidad de jugar nuestra primera final en Australia. Lleyton me complicaba mucho en los primeros compases de mi carrera".
Federer mostró su juego clásico y se sobrepuso a algunas dudas en su duelo con el formidable Chardy, dueño de una de las derechas más explosivas del circuito, un jugador al que se medía por primera vez.
Ganador de 17 torneos de Grand Slam y habituándose a una raqueta levemente más grande que la que utilizaba, Federer convirtió su vigésimo ace para situarse con tres match points y cerrar el partido con un saque ganador.
El suizo buscará mañana el título 78 de su carrera, que lo pondría uno por encima de John McEnroe y tercero en la lista de máximos ganadores de todos los tiempos, en la que Jimmy Connors se ubica primero, con 109, e Ivan Lendl segundo, con 95.
Federer y Hewitt se enfrentaron ya en 26 ocasiones, con un 18-8 a favor del suizo en el balance. El último enfrentamiento data de 2010, cuando el australiano ganó el título en Halle.
Hewitt, que cumplirá 33 años el mes próximo, necesitó toda su fuerza y espíritu de lucha bajo los 30 grados de la húmeda Brisbane, que vivió su día más caluroso en 70 años, para vencer al siempre batallador Nishikori y poder así generar un nuevo duelo ante Federer.
"Me encanta la batalla. Trabajas duro y sales a jugar. Intento sacarle a cada partido todo lo que puedo, porque cuando te retiras, te retiras por un largo tiempo", explicó Hewitt al preguntársele por su asombroso espíritu de lucha.