La mano de Romero se está notando.
Cristián Carvallo, El MercurioSANTIAGO.- El registro de Cristián Romero desde que asumió en el plantel de honor de la U es impecable: Tres jugados, tres ganados. Y no sólo los números lo acompañan, porque su trabajo ha demostrado un gran cambio en el equipo.
En los últimos partidos del elenco azul se ha notado una transformación en el estilo de juego. Hoy son un conjunto más dinámico, que busca sorprender al rival y meterlo en su propio terreno.
Eso lo avalan los propios jugadores. "Lo que hace es un poco ratificar lo bueno que se hizo en el proceso de Sampaoli. La presión, los movimientos y tratar que los defensas estén en el campo contrario", decía hace unos días el capitán José Rojas.
Los universitarios han dejado una buena impresión en los últimos tres duelos, precisamente desde que asumió Romero. Goleada a Ñublense por 5-0, triunfo de 1-0 sobre Guaraní y ahora el 3-1 frente a Antofagasta.
Las características que más se han repetido en esos lances tienen que ver con la dinámica y la agresividad. Un gran número de jugadores que llegan a la última jugada, un equipo ordenado y un poder ofensivo que se ha incrementado considerablemente.
Y su estilo está dando resultados. Un promedio de tres goles por partido le dan la razón, más considerando que en tres cotejos sólo ha recibido un tanto.
Pero esto no es lo único, porque la nueva cara de la U le ha permitido a otros jugadores levantar considerablemente su nivel.
Por ejemplo, la defensa se ha afirmado con la incorporación de Matías Caruzzo, zaguero que Marco Antonio Figueroa criticó antes de dejar su cargo, sin ni siquiera hacerlo jugar.
En el mediocampo, Sebastián Martínez poco a poco vuelve a ser ese jugador aguerrido y decisivo en cada encuentro. Ramón Fernández sigue subiendo su nivel y siendo pieza clave en la generación de fútbol.
Y en la ofensiva, Rodrigo Mora se está transformando en un punto clave. Ya le quitó la titularidad a Isaac Díaz y no sólo siempre está buscando el gol, también es un factor constante de apoyo para sus compañeros en ataque.
Justamente esto ha beneficiado a otros hombres, como el caso de Patricio Rubio. El delantero ha recuperado su olfato goleador y se acerca lentamente a ese ariete que deleitó en Unión Española.
Todo viene de la mano. El estilo de juego ha derivado en la recuperación de jugadores vitales y eso ha llevado a los buenos resultados. Romero está cumpliendo el objetivo de recuperar a la U y lo está haciendo con buen fútbol.