SANTIAGO.- Abril de 2011. Suena el teléfono de Héctor Tapia Urdiles, quien hace muy poco tiempo había finalizado su curso de técnico, aunque con honores. El llamado para el ex futbolista era del en ese entonces gerente de fútbol de Colo Colo, Jaime Pizarro. El “Kaiser” le propone al retirado jugador unirse a las inferiores del club. Se hará cargo de la serie Sub 15.
“(Pizarro) me llamó y me invitó a conocer de qué se trataba este proyecto. Fueron dos o tres reuniones. Me gustó el tema y acepté. Estoy súper contento dirigiendo a la Sub 15, niños con mucho futuro, con bastante talento y que están empezando su formación para ver si llegan a ser jugadores profesionales”, explicaba en ese momento el novel entrenador, quien entró a Pedrero con el sueño de alguna vez llegar a ser el adiestrador del primer equipo.
Poco tiempo demoró Tapia en llamar la atención de los altos directivos del cuadro popular. Su temple, trabajo profesional y su seriedad al mando de los cadetes albos iluminaban los ojos de los regentes. En los pasillos del Monumental era comentario obligado la labor que realizaba el ex goleador de la casa alba y le veían un gran futuro en el cargo.
Un año demoró en conseguir su primer logro. El 1 de mayo de 2012 -con la Sub 17 del club se coronó campeón del torneo “Nereo Rocco" , en Gradisca, Italia, mismo campeonato que él había abrazado como jugador en 1994 con la camiseta blanca.
Su ascendente trabajo en las divisiones menores tuvo un corte en mayo de 2013 cuando Gustavo Benítez vuelve a Colo Colo para hacerse cargo de la banca y pide como ayudante al joven Tapia.
Poco duró el paraguayo en su nuevo paso como adiestrador del Cacique. El 15 de octubre de 2013 deja el cargo y la directiva de Blanco y Negro decide instalar en el interinato al técnico que veían con más futuro entre el staff del Monumental. Héctor Tapia Urdiles después de menos de tres años de llegado al club se hacía cargo del primer equipo albo. La promesa era solo un interinato mientras se encontraba DT para el próximo torneo en 2014.
Tapia asume el desafío, pero avisa: Quiere amplias facultades para hacer y deshacer en el camarín del Cacique. Toma el mando y en tres días cambia casi por completo el equipo que usaba Benítez. En su primer duelo ante Cobreloa el domingo 20 de octubre pone en cancha a jugadores que llevaban pocos minutos en el torneo y con una marcada presencia de nacidos en la cantera popular. En ese duelo, que terminó con triunfo de Colo Colo en el Monumental, incluyó a siete futbolistas formados en Pedrero. Desarmó todo el equipo estelar de su antecesor.
Parecía otra escuadra, todos notaron la mano del “interino” Tapia . Más aún cuando más tarde los resultados siguieron llegando, incluso venciendo en el Superclásico a la Universidad de Chile. Mejoró el cuadro de Macul, pero no le alcanzó para llegar a la liguilla y pelear cupos a torneos internacionales.
Terminaba su primer proceso como DT titular con 4 triunfos, dos derrotas y un empate. Pero en el Monumental más allá de los números destacaban que con Tapia el equipo había vuelto a encantar a su hinchada.
Ya no había que buscar nuevo técnico, lo tenían en casa y el encargado de ir por la estrella 30 en 2014 era Tapia Urdiles , quien de inmediato exigió refuerzos. Llegaron. El DT se consolidó, rompió marcas, le impuso un sello y le devolvió la alegría al Cacique.
Hoy, después de tres años de ese frio llamado de Pizarro, Colo Colo baja su estrella 30 y en la banca con un hombre formado como futbolista y técnico en los pastos del Monumental. Llegó para enseñar a los niños, pero al final terminó dictando cátedra a los más “viejos”. Con 36 años, Tapia mató la sequía de casi cinco temporadas sin títulos en Macul… Una historia que puede seguir tiñéndose con colores de triunfo…