SANTIAGO.- El Real Madrid de Carlo Ancelotti le dio una clase magistral al Bayern Munich de Josep Guardiola. Los españoles se impusieron por un categórico 4-0 a los alemanes en el Allianz Arena de Munich y consiguieron su paso a la gran final de la Champions League 2013-2014.
Así, los merengues regresan a una definición por el torneo de clubes más importante de Europa después de 12 años. La última vez que jugaron una final fue en la temporada 2001-2002 cuando se impusieron al Bayer Leverkusen en el Hampden Park de Escocia.
Desde un inicio los visitantes fueron superiores. De la mano de un trabajador Luka Modric, los visitantes se apoderaron del mediocampo y fueron totalmente eficientes a la hora de llegar al área rival. Además, anularon a Robben y Ribery, que poco y nada hicieron.
Fue así como a los 15 minutos Sergio Ramos abrió el marcador con certero cabezazo tras tiro de esquina del volante croata. Y cuatro minutos después, ante el asombro de todos, el mismo zaguero repitió con otro testazo que dejó sin opciones al meta Manuel Neuer.
De ahí en adelante, y fiel al estilo de Ancelotti, el Real Madrid se dedicó a esperar a los bávaros y a aprovechar la rapidez de sus hombres de ataque para un contragolpe. Con esa modalidad llegó el tercero.
Notable carrerón de Gareth Bale que le dejó servida la bola a Cristiano Ronaldo, para que el luso sentenciara la brega a los 34 minutos de juego.
Y nuevamente, a los 89', el luso dijo presente en el marcador. Tras lanzar un tiro libre hizo pasar la bola por debajo de los pies y el golero germano sólo se limitó a ver el cuarto gol en su arco. A esa altura ya era goleada.
Lo único negativo para los merengues es la suspensión para la final de Xabi Alonso. El volante español vio tarjeta amarilla y por acumulación de cartulinas no estará presente en el duelo que se disputará el 24 de mayo en el estadio Da Luz de Lisboa.
Su rival lo sabrán mañana, luego de que jueguen la revancha el Atlético de Madrid contra el Chelsea en el Stamford Bridge de Londres. En la ida igualaron sin goles en el Vicente Calderón.
El Madrid va por su tan anhelada décima "orejona", esa que le ha sido esquiva desde el 2002.