MUNICH.- El entrenador del Bayern Múnich, Josep Guardiola, recibió hoy de manos del jugador Jerome Boateng la tradicional ducha de cerveza con la que se celebra el título de campeón de la Liga alemana de fútbol.
Consciente de lo que sucedería, el español fue a celebrar el título sin la chaqueta del impecable traje con el que suele seguir los partidos desde el banquillo y aguantó estoico la ducha.
Poco después recibió una segunda ducha de manos del belga Daniel Van Buyten mientras sostenía en lo alto el trofeo de la Liga.
Con la emoción y la cerveza, Guardiola no pudo evitar que se le cayera al suelo el pesado trofeo de once kilos la primera vez que lo sostenía.
El capitán del club bávaro, Philipp Lahm, fue el encargado de levantarlo 46 días después de que el equipo se proclamase el campeón más veloz de la historia de la Bundesliga tras ganar al Hertha en Berlín.
El presidente de la Liga Alemana, Reinhard Rauball, fue el responsable de entregar el preciado escudo plateado al 24 veces campeón de liga.
El Bayern cerró hoy en casa la temporada con una victoria 1-0 ante el Stuttgart.
Tras la celebración oficial en el estadio, el equipo se dirigirá hacia el centro de Múnich en un autobús abierto para celebrar desde el balcón del ayuntamiento el triunfo ante sus aficionados.