Chile tendrá su estreno en Brasil en en el Arena Pantanal de Cuiabá.
AFPCUIABA.- Cuiabá, capital del estado de Mato Grosso y que recibirá el partido entre Chile y Australia en el Mundial Brasil 2014, entre otros lances, puso en marcha un plan alternativo para recibir los hinchas-turistas en escuelas, universidades campamentos, moteles y casas particulares, ante la falta de capacidad hotelera.
Según el Ministerio de Turismo de Brasil, unos 172.000 turistas brasileños y extranjeros deberán viajar a Cuiabá, que recibirá en el estadio Arena Pantanal los partidos Chile-Australia el 13 de junio, el día 17 Rusia-Corea del Sur, Nigeria-Bosnia el 21 y Colombia-Japón tres días después.
Ante la falta de infraestructura hotelera de la capital del estado de la región del Pantanal, que es una de las potencias mundiales en producción de soja, las autoridades locales implementaron alternativas de hospedaje.
El secretario de Turismo de Cuiabá, Marcus Fabricio, espera la respuesta del Ministerio Público para que se autoricen el ingreso de familias con niños a los moteles, destinados para atender encuentros íntimos de parejas, que servirán como alojamiento mundialista.
El presidente del Sindicato de Hoteles, Moteles, Restaurantes y Bares de Mato Grosso, Pedro Cruz, dijo que si la fiscalía autoriza, deberán ser retirados varios muebles temáticos de los moteles, "como la tradicional cama redonda".
"Es algo nuevo para nosotros, estamos estudiando las posibilidades, porque por ley es prohibida la entrada de niños a los moteles, pero si es necesario modificaremos los ambientes para la modalidad de hospedaje tradicional", explicó Cruz.
Pero existe otra "dificultad" para el uso de los moteles por los hinchas del Mundial: el primer partido entre Chile y Australia será el 13 de junio, un día después del Día de los Novios, que acostumbra a ser la jornada más lucrativa para estos establecimientos.
Solamente, anticipó la asociación empresarial, serán aceptados turistas brasileños por la falta de personal que hable otras lenguas en los moteles.
También las universidades de Mato Grosso deberán recibir turistas: la Alcaldía de Cuiabá hizo un convenio con casas de altos estudios para tener a disposición 5.000 camas en las aulas, que estarán vacías porque coincidirán con las vacaciones de invierno.
Otra opción alternativa será acampar en las áreas agrestes de los vecinos municipios de Chapada dos Guimaraes y Santo Antonio do Leverger, con costo de entre 20 y 30 reales diarios (entre unos 10 y 15 dólares), aunque el problema es la falta de transporte público en la región.
El Gobierno del estado de Mato Grosso hace varios meses inició una fuerte campaña para que las personas alquilen cuartos en sus casas o toda la propiedad o las ofrezcan gratis en forma solidaria.
Los clubes Rotary y Lions adhirieron al proyecto denominado "Acomodação Solidaria", con unas 500 residencias registradas y 2.000 nuevas camas se sumen a la oferta hotelera de la ciudad.
En esta ciudad de la región del Pantanal la población acogió con beneplácito la idea de recibir a turistas-hinchas.
El abogado Renán Cunha es uno de ellos: además de hablar cuatro idiomas, decidió alquilar dos cuartos de su apartamento ubicado en una zona residencial cercano al estadio durante quince días.
"Alquilo las habitaciones, sin desayuno, pero toda la casa estará disponible para los visitantes, voy a llevarlos a conocer lo mejor de la ciudad y a los partidos, que yo también voy a ver", dijo Cunha.
La red social internacional Couchsurfing, un servicio de hospitalidad gratuita por Internet, tiene en Cuiabá uno de los mayores adherentes de la región de cara al Mundial de fútbol de 2014.
Es el caso de la periodista Sissy Cambuim, quien en su apartamento tendrá alojados en sus sofás y camas para huéspedes a dos colombianos y a un australiano.
"No cobro nada porque para mí lo que vale es la oportunidad de conocer gente nueva. Yo trabajo todo el día y ya les avisé a ellos que no podré prestarles toda la atención", explicó.
Como la gentileza se paga con otra, los colombianos no llegarán con las manos vacías a la sede mundialista de Mato Grosso.
"Me avisaron que me iban a traer cerveza colombiana y aguardiente", contó la brasileña.