Contador, con el maillot amarillo de líder.
EFE
PARIS.- El español Alberto Contador (Tinkoff) será el principal rival del británico Chris Froome (Sky), vigente campeón del Tour de Francia, y aspira a poner fin a dos años de dominió sajón en la ronda gala que, en su 101ª edición, sale de Leeds (Gran Bretaña) el sábado.
Un año después de la espectacular salida de Córcega, en la 100ª edición, la carrera ciclista más importante del calendario dará sus primeras pedaladas en las carreteras de la región inglesa de Yorkshire.
Podría tratarse de un guiño a la explosión del ciclismo en Gran Bretaña, tras los éxitos consecutivos de Bradley Wiggins (2012), primer ganador británico del Tour, y Froome (2013), ambos al frente del pujante equipo sajón Sky.
Wiggins, ausente el año pasado por lesión, se perderá esta edición por decisión técnica y el honor británico recaerá en Froome que en 2014 no ha brillado debido a distintos contratiempos (enfermedades y alergia).
Incluso el reciente Criterium Dauphine, en el que defendía el título, se le ha escapado sobre el final aunque, hay que recordar, que sufrió una caída dos días antes de la última jornada.
Siempre competitivo tanto en los puertos como en contrarreloj, el británico de 29 años criado en África no ha vuelto a correr. Igual que su principal rival, Contador, de 31 años, que ha recuperado su garra ofensiva y ha cosechado importantes victorias en 2014 (Tirreno-Adriático y Vuelta al País Vasco).
"Todo apunta a que será un duelo entre los dos pero siempre hay acciones imprevisibles que hacen que todo sea posible", valoró el director del Tour, Christian Prudhomme. "Puede haber sorpresas, puede ocurrir lo inesperado", añadió el directivo.
El Dauphine, "preámbulo del Tour", según Prudhomme, ha demostrado que otros candidatos pueden inmiscuirse en la batalla.
Entre las posibles sorpresas se destaca el italiano Vicenzo Nibali, que ya tiene en su palmarés las otras dos grandes vueltas (Giro-2013 y Vuelta-2010) y vestirá el simbólico maillot de campeón de Italia, su primer éxito de 2014.
Otro español, Alejandro Valverde (Movistar), podría también dar la sorpresa en la que podría ser su última participación en la Grande Boucle.
Pero para todos los aspirantes al maillot amarillo y ha completar una buena ronda, será imperativo superar las 'trampas' de la primera semana.
En la segunda etapa por tierras inglesas el pelotón recorrerá carreteras estrechas y escarpadas antes de llegar a Sheffield, donde se espera un gran sprint, pero tumultoso y propicio para las caídas masivas.
"La victoria será importante en cada etapa. Cuando hablamos de una clásica por día es una realidad", señala Prudhomme.
Todos los estilos de corredores tendrán sus oportunidades en un pelotón de 22 equipos (198 ciclistas). Comenzando por los velocistas que disputan cada julio su particular campeonato del mundo.
El británico Mark Cavendish buscará un triunfo de etapa en el Tour por séptimo año consecutivo frente a los alemanes Marcel Kittel, Andre Greipel y John Degenkolb, y el eslovaco Peter Sagan, que defiende el maillot verde de la regularidad.
Uno de los previsible platos fuertes será la 5ª etapa. Ese día, los corredores deberán superar nueve de los tramos de empedrado (adoquines) que anualmente se incluyen en la clásica París-Roubaix antes de llegar a Arenberg.
Por su parte, los escaladores podrán soltar las piernas en las cimas de los Vosgos en la octava jornada. El Macizo Central tiene el honor este año de acoger la etapa del 14 de julio (día nacional de Francia) con la ascensión a siete puertos, cuatro de ellos de primera categoría.
Los Alpes sólo tendrán dos días (Chamrousse y Risoul) para hacer sufrir a los corredores pero serán en los Pirineos donde se presupone que se harán las diferencias en la general.
Luchon, Pla d'Adet y Hautacam serán las metas pirenáicas, antes de la única contrarreloj, de 54 kilómtros en Perigord, la víspera del paseo por los Campos Elíseos de París.