LA PLANCHE DES BELLES FILLES, Francia.- El italiano Vincenzo Nibali (Astana) se impuso este lunes en la décima etapa del Tour de Francia, en la meta de la Planche des Belles Filles, reconquistando el maillot amarillo de líder de la general que había perdido el domingo a manos del francés Tony Gallopin (Lotto Belisol).
Nibali superó por 15 segundos al francés Thibaut Pinot (FDJ) y por 20 al español Alejandro Valverde (Movistar) y al también francés Jean Christophe Peraud (AG2R), en una jornada marcada por el abandono del español Alberto Contador (Tinkoff Saxo), doble vencedor del Tour, debido a una caída.
Fue un golpe de efecto del "Tiburón de Messina", que ha visto como los dos principales candidatos, el británico Chris Froome y Contador, le dejaban el camino libre para que logre su tercera gran vuelta, tras haber vencido en la de España en 2010, en el Giro de 2013.
Aguardó al último puerto para asestar el golpe de gracia a un Tour que le tiende la mano. Nada más empezar las rampas de La Planche des Belles Filles, que se subía por segunda vez, tras la victoria de Froome en 2012, Nibali dejó el pelotón de los favoritos y se marchó por la victoria.
Por delante quedaban supervivientes de la escapada, entre ellos el polaco Michal Kwiatkowski, sexto de la general y, por fases, maillot amarillo virtual.
Pero el "Tiburón" quería comerse la carrera y los fue adelantando a todos. "Purito" fue el último, cuando apenas quedaban dos kilómetros para la meta, los más duros, que se le hicieron terribles al catalán, que acabó rendido, superado por muchos otros corredores.
La clasificación general quedó nuevamente en manos de Nibali, con 2:23 minutos de ventaja sobre el australiano Richie Porte (Sky) y 2:47 sobre Valverde (ver clasificación completa).
La despedida de otro favorito
El viernes fue Chris Froome (Sky) y este lunes fue el turno del retiro de otro favorito en el Tour, Alberto Contador. El madrileño quedó sentido en su rodilla derecha tras una caída, pero después de continuar unos kilómetros finalmente decidió poner pie a tierra.
Contador se cayó en el kilómetro 64 de esta etapa de montaña de 161,5 km de largo, la más dura del tríptico de los Vosgos, donde el de Pinto había anunciado que pensaba pasar al ataque para recuperar tiempo.
Pero el español se encontró en el piso en el descenso del Petit Ballon, muy patinoso, justo antes del inicio del ascenso al Platzerwasel.
Con la rodilla derecha sangrando, Contador fue asistido por los médicos y asistentes de su equipo, y debió cambiar de bicicleta para continuar su ruta.
Sus compañeros del equipo Tinkoff (Bennati, Morkov, Roche) lo esperaron para encarar el ascenso del Platzerwasel en grupo, pero finalmente el español capituló, minutos después de haber cruzado la cumbre y haber conversado con el responsable de su formación (Bjarne Riis).
Vincenzo Nibali, líder del Tour de Francia, lamentó hoy el abandono del español Alberto Contador y aseguró que la caída que sufrió se produjo a su lado y que pudo esquivarle por poco.
"Ha sido una caída increíble, he podido esquivarle por poco. Era una bajada, el asfalto no estaba muy bien. Contador estaba detrás de mí, yo he frenado por precaución y me ha adelantado y yo he tratado de ponerme a su rueda. En ese momento se ha caído y le he visto rodando por el suelo. Íbamos a unos 60 por hora", señaló.
El ciclista del Astana agradeció el trabajo de su equipo, en particular de su compatriota Michele Scarponi, que tras sufrir una aparatosa caída, volvió al pelotón para contribuir a echar por tierra la escapada en la que figuraba el polaco Michal Kwiatkowski, que amenazaba el liderato del italiano.
"Ha sido una jornada muy dura. Scarponi ha hecho un trabajo increíble tras su caída, todo el equipo ha hecho un gran trabajo", aseguró.
En cuanto a la victoria de etapa, Nibali indicó que se encontraba "muy bien" y que por eso lo intentó.
"Pensaba que el tramo final (Joaquín) Rodríguez iba a seguir mi ritmo y que nos jugaríamos la victoria en los últimos metros, pero al final no ha sido así", indicó.