PARÍS.- Antes de retirarse con 43 años, el alemán Jens Voigt buscará este jueves, en el velódromo suizo de Granges, el récord del mundo de la hora con una ventaja tecnológica con respecto a la bicicleta con la que el checo Ondrej Sosenka alcanzó los 49,700 kilómetros en 2005.
El cambio en el reglamento de la Unión Ciclista Internacional (UCI), que liberalizó la elección de material la pasada primavera, ha relanzado la carrera por el récord, uno de los iconos históricos de ciclismo.
Desde 2005, cuando Sosenka logró la mejor marca de la historia en Moscú, no ha habido muchos intentos por destronar a este desconocido corredor checo, que había mejorado el récord del británico Chris Boardman conseguido cinco años antes.
Sin caer en los excesos de la década de los 90, cuando el récord fue batido varias veces en la época en la que la EPO circulaba con libertad en el pelotón y las bicicletas mostraban un perfil futurista, el reglamento abrió hace unos meses de nuevo la carrera.
Al contrario que Boardman en 2000 o Sosenka, Voigt podrá utilizar una bicicleta con accesorios modernos que representan una ventaja aerodinámica incontestable.
"El material utilizado en competición deberá poder beneficiar las evoluciones de la tecnología cuando lo considere apropiado", señaló el presidente de la UCI, Brian Cookson, en el momento de cambiar el reglamento.
Último desafío
Voigt, uno de los rodadores importantes del pelotón en la última época, afronta su último desafío antes de retirarse. A los 43 años -cumplidos este miércoles- y cuando pone fin a su 17ª temporada como profesional, el alemán del equipo Trek debe adaptarse a la pista y a un tipo de esfuerzo muy específico.
"El récord de la hora pone de manifiesto la armonía entre el hombre y la máquina", señaló el polémico doctor italiano Michele Ferrari, entrenador de Tony Rominger cuando el suizo, neófito en la pista, batió dos veces la marca en 1994 en Burdeos.
Para su intento Voigt ha elegido el nivel del mar y un velódromo de reciente construcción, inaugurado el año pasado. Granges dispone de una pista de 250 metros (ante los 333 de Moscú), que se presume muy rápida.
"Puede conseguirlo, pero no será un paseo", señaló Boardman. "Es bueno para el deporte que se intente (batir el récord)", añadió Bradley Wiggins, especialista en pista y reconvertido en ciclista de ruta de élite (ganador del Tour de Francia en 2012), que podría tener su oportunidad en junio de 2015.