SANTIAGO.- "Desde que tuve la fuerza para levantar una raqueta que juego tenis. Sabía que si entrenaba fuerte y era perseverante iba poder ganarle a los mejores". Y así nomás fue. El pasado 20 de septiembre el tenista chileno Nicolás Jarry
logró la mejor victoria de su corta carrera deportiva, luego de vencer al brasileño Joao Souza por 6-7 (4), 6-3 y 6-3 en las semifinales del challenger de Quito.
Ese día el jugador nacional, de 18 años, ocupaba el puesto 305° de la ATP, mientras que su rival estaba en el casillero 109°. Finalmente, el nacido en Santiago no pudo en el match por el título ante el argentino Horacio Zeballos, pero eso no fue impedimento para que el lunes apareciera
ocupando el ranking 244°.
Con ese registro, Jarry lograba así un tremendo ascenso de 585 lugares en el escalafón mundial, considerando desde la primera semana de enero de 2014 hasta dicho día, y de paso se convertía en el tenista chileno que más ha escalado durante la presente temporada.
Sobre este buen momento, el nieto del ex tenista Jaime Fillol, explica a
Emol que "se debe a la perseverancia que he tenido durante estos años y al tremendo sacrificio que uno debe entregar cuando decide dedicarse al tenis".
Y desde muy niño sabía que el deporte blanco era lo suyo. "Siempre me gustó. Mi abuelo fue clave en un ciento por ciento para que jugara. De hecho él me regaló mi primera raqueta".
Reconoce que en sus inicios "no me iba bien, pero le hacía pelea a los mejores de las categorías que se dedicaban por completo, además que no entrenaba mucho porque si bien existía la posibilidad grande para que me hiciera profesional igual tenía que terminar el colegio".
Cuenta que nunca tuvo un ídolo en el tenis. "Me gustaba ver a todos los jugadores, para mí todos eran buenos. Y ahora sigue siendo igual, pero observo más a los que están arriba para ver lo que hacen".
Dice que hoy, con los pocos años que ya lleva en el circuito, "tengo que comportarme más como adulto, por los constantes viajes y por la responsabilidad de ser un deportista profesional".
Jarry no se presiona por su gran ascenso en el ranking y dice que quiere ir creciendo partido a partido. Por ello, no oculta su molestia cuando tanto a él como a Christian Garín y Gonzalo Lama, las promisorias figuras nacionales, los comparan con lo que hicieron Nicolás Massú, Fernando González o Marcelo Ríos.
"No deberían compararnos. No somos ellos y nosotros estamos empezando otra época del tenis chileno", recalca con fuerza.
En esa misma línea, agrega que "hoy el recambio es muy buen con los jugadores que hay, además que Chile tiene mucha suerte de poseer tan buena historia en el tenis".
Esa historia que Jarry pretende que siga creciendo en la próxima Copa Davis frente a Perú, en marzo del próximo año, y donde espera que el capitán, Nicolás Massú, lo tenga considerado en el equipo. "Creo que debería estar por lo menos para el dobles, donde soy el número uno de Chile. La Davis es muy importante, porque representas a tu país. No se compara con ningún otro campeonato".
Son los deseos de Nicolás Jarry, el promisorio jugador que sueña con "vivir del tenis" y que se refleja en Fernando González "por lo fuerte que le pegaba a la bola".