SAO PAULO.- En el punto de mira desde hace varias fechas, los árbitros brasileños amenazaron con detener la liga local si no cesan las críticas que reciben cada jornada, y si las autoridades deportivas no tienen una reacción "enérgica" contra estas acusaciones, según afirmó el colectivo en un comunicado.
"La Asociación Nacional de los Árbitros de Fútbol (Anaf) amenaza con paralizar el Campeonato Brasileño en protesta contra la falta de respeto al árbitro. En la opinión de la entidad, las críticas y reclamaciones de los jugadores, entrenadores y dirigentes tratan de esconder la crisis técnica del fútbol brasileño, transfiriendo la culpa del mal fútbol al arbitraje", afirma el escrito publicado en el sitio web de la Anaf.
Asimismo, los jueces añaden que la propuesta de huelga será definida en una asamblea general, "en el caso de que no haya una reacción enérgica de la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) o del STJD (Tribunal Superior de Justicia Deportiva) castigando con rigor las ofensas".
La escalada de tensión se recrudeció el 17 de septiembre cuando el delantero del Botafogo Emerson Sheik fue expulsado por dos tarjetas amarillas ante el Bahía.
Fuera de sí, Sheik se dirigió a las cámaras presentes en el césped del Maracaná y gritó: "CBF, você é uma vergonha! Ver-go-nha! Ver-go-nha! Vergonha!" (CBF, son ustedes una vergüenza).
Al día siguiente, Emerson ofreció una rueda de prensa en la que trató de explicar su actitud, por la que el STJD debe dar a conocer su castigo este lunes.
"Lo que yo pedí es que la CBF profesionalice el arbitraje de nuestro fútbol. Porque los dirigentes, cuando inician una temporada, hacen una planificación de todo el año. Y entonces llega un tipo que no tiene nada que ver con nuestro medio y consigue estropear la planificación de un año, el sueño de profesionales, de gente que venimos diariamente a los clubes a trabajar", se quejó el delantero.
Este jueves, en el partido de liga entre el Vitoria y el Palmeiras (0-2), el lateral Richarlyson repitió el mismo gesto que Sheik ante las cámaras al recibir una tarjeta amarilla.
También Kaká declaró tras el clásico entre el Sao Paulo y el Corinthians del domingo que su equipo había perdido por culpa de los dos penales en contra que le fueron pitados al tricolor, así como por la expulsión del defensa Álvaro Pereira.
"El arbitraje decidió el partido", afirmó Kaká al finalizar el encuentro que acabó 3-2.