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Santiago: Domingo 01 de septiembre del 2024 | Actualizado 01:46
SANTIAGO.- Si cualquier hijo de vecino viera los números del chileno Carlos Oyarzún en la contrarreloj de los Mundiales, diría que el ciclista nacional va a la baja (o en decadencia): en 2010 quedó 14° y en septiembre de 2014 fue 23°.
Con 32 años, el mismo Oyarzún se encarga de desmentir esa hipótesis: "En Melbourne perdí 3:30 minutos respecto al ganador, ahora estoy mucho más cerca de los mejores, a 1:20 del grupo de los cuatro mejores. Mis sensaciones en Ponferrada fueron buenas y lo importante es que estoy donde debo estar, tanto por mi condición física (estuvo seis semanas sin competir oficialmente) como por el trabajo y las horas de sufrimiento que he tenido".
"Al nivel de los mejores cuenta mucho el estar en carrera, si no miren quiénes están delante mio, sólo corredores el WorldTour (primera división de la Unión Ciclista Internacional), que venían de competir en la Vuelta a España y en el Tour de Inglaterra. Por todo eso, la actuación en el Mundial de este año creo que ha sido la mejor", añade.
Oyarzún se ha labrado su carrera a pulso, desde que en 2004 comenzó a correr en España por equipos locales y en carreras amateur. Su curriculum después comenzó a engrosarse: medallas en los Panamericanos, campeón nacional en ruta y contrarreloj, destacadas participaciones en los Mundiales y Giro de Italia.
Sí, porque el natural de San Bernardo ha sido el único pedalero criollo que ha participado en una grande, en la ronda italiana de 2011 y en una escuadra grande, que se fijó en él por sus méritos, Movistar, la misma que ahora tiene en sus filas al colombiano Nairo Quintana.
-Desde que estuviste en el Movistar y corriste el Giro, ¿en qué has evolucionado? ¿Aspiras a volver a un equipo del WorldTour?
"He mejorado mucho mi carácter, ya no me frustro por tonterías ni hago de situaciones adversas una tormenta; sólo agacho la cabeza y sigo adelante. El ciclismo lo practico porque lo amo y mientras hayan personas que cada día me digan que están conmigo, estoy en paz.
"Volver al WorldTour me encantaría, a quién no. Tengo una deuda con el Giro y la París-Roubaix, pero te mentiría si te dijera que en mi equipo (Efapel, portugués de nivel continental o tercera división de la UCI) no estoy a gusto porque me encanta y disfruto junto a mis compañeros y el plantel técnico. Sólo ampliaría el calendario, con 100 días más sería perfecto, jajaja".
-¿Qué se siente al correr con figuras mundiales como Wiggins, Tony Martin o Rohan Dennis?
"La verdad, no me da nada. Sólo ganas de meterles la mano algún día. No siento ni admiración porque ellos tienen todas las condiciones para estar ahí, para hacer bien su trabajo. Tony y Wiggins reciben muchas ayudas que les hacen simples sus vidas.
"Siento más admiración por gente que hace ciclismo después de un día duro de trabajo en la construcción o en una oficina".
-Aunque aún no termina el año, ¿cómo evalúas la temporada? ¿Fue bueno fichar en el Efapel?
"Efapel fue mi gran a cierto, me gusta el ambiente. Mi temporada acaba en la contrarreloj de las naciones en Francia, ahí tengo la revancha con los mejores 30 del mundo... Así que iré a tope hasta ahí".
-¿Cuáles son tus proyecciones? Con 32 años, ¿hasta cuándo te ves corriendo? ¿Ya piensas en qué harás después?
"Si vieras lo que he visto en (el Mundial de) Ponferrada. Allá los alemanes y otros ciclistas me han dicho que aún tengo algo de fuelle para seguir compitiendo. Como vamos, espero los JJ.OO. de Rio 2016, después de eso me haces la pregunta otra vez, jajaja. Y a futuro pienso sólo en crear "campeones para Chile".
-A propósito, ¿cómo ves el ciclismo chileno? ¿Ves renovación entre los jóvenes?
"Aún no lo veo bien, pero algo se avanza. Hay que reparar todos el daño que se le hizo al ciclismo chileno en los últimos años y luchar con fantasmas que siguen dando vueltas. Mis críticas son necesarias y siempre las diré.
"Por cualidades físicas, no veo jóvenes con la capacidad de querer ser más fuera de Chile, son pocos los que se aventuran a probar suerte fuera de nuestro país, pero sinceramente no sé si es porque reciben malos consejos o por decisión de ellos mismos".
