Vidal corre a felicitar a Vargas tras una de sus conquistas en el triunfo ante Perú.
Jonnathan Mancill, El MercurioVALPARAISO.- Por 90 minutos, Arturo Vidal se olvidó de todo lo malo que está pasando en Italia. El volante volvió a sonreír y cumplió una gran actuación en el triunfo de la selección chilena ante Perú por tres goles a cero.
Pero ya desde antes del partido que el volante se veía tranquilo. Pese a que cuando arribó al aeropuerto en Santiago se mostró distante, ya en Valparaíso se soltó.
En el hotel fue el jugador que más tiempo se dio para compartir con los hinchas. Fotografías, autógrafos e incluso se dio el tiempo para saludar a los fanáticos que estaban en el Sheraton Miramar.
Y ya en la cancha fue uno de los más activos, pidió la pelota en todo momento, aleonó a sus compañeros y estuvo muy cerca de convertir un golazo en el primer tiempo con un tiro cruzado que pasó rozando un vertical de Raúl Fernández.
Si bien en la cancha no se evidenció algún gesto de dolor, ya en conferencia el técnico Jorge Sampaoli señaló que "terminó con un poco de molestia en la rodilla y lo evaluaremos para ver si llega contra Bolivia".
En la última gira de la "Roja" por Estados Unidos, el formado en Colo Colo volvió a Juventus lesionado y tuvo que estar una semana con trabajos diferenciados.
Vidal espera que eso no se repita, para así no sumar otro conflicto más en su ya tensa relación con la "Vecchia Signora" y estirar los vientos de cambios positivos que comenzaron en la Región de Valparaíso.