En el camarín azul aún hay esperanza.
El Mercurio.SANTIAGO.- El pitazo final de Jorge Osorio tras los cinco minutos de adición que determinó en el Superclásico dio paso a la celebración del plantel de Colo Colo en su cancha y a la frustración de la Universidad de Chile.
El técnico Héctor Tapia se abrazó con cada uno de los integrantes de su staff y con sus jugadores tras la victoria por 2-0 sobre los azules. Mientras que Martín Lasarte, fiel a su estilo, felicitó al rival y apoyó a sus pupilos.
Y el charrúa fue el primero en retirarse de la cancha y dirigirse a camarines. Su cara de desolación lo decía todo. Y sólo un par de minutos después, apareció por el túnel el DT vencedor. Feliz, recibiendo la felicitación de todos los funcionarios del Cacique.
"Ohhh, Colo Colo es Chile, y las madres puros giles", fue el grito que se escuchó con fuerza a las afueras del camarín ganador. Pero ese fue el único momento de euforia del plantel albo.
"El profe nos felicitó a todos por la entrega y jerarquía demostrada, pero tanto él como Esteban (Paredes) y Gonzalo (Fierro) nos llamaron a la calma y nos recalcaban que esto no sirve de nada si no ganamos todos los partidos de aquí en adelante", reveló un integrante del cuadro albo.
Cuando se abrían las puertas del vestuario albo era posible observar a los jugadores sentados frente a sus casilleros, muy tranquilos y sin la euforia ni locura de otras ocasiones. Sólo la música de Garras de Amor y Noche de Brujas, a cargo de Paredes y Esteban Pavez, ponían algo de ruido.
En la U se juramentaron ganar el título del Torneo
Camino al camarín pocos eran los jugadores de la U que hablaban entre ellos. No había muchas ganas de comentar o analizar la caída. El despliegue exhibido en Macul dejaba grandes dudas de cara a la parte final del campeonato.
El ingreso al vestuario fue silente. A diferencia de otras oportunidades, no hubo recriminaciones entre compañeros ni menos contra los rivales. Todo indicaba que al interior de los dirigidos por Martín Lasarte había resignación frente a la derrota alba.
Sin embargo, y según contó un miembro del plantel, una vez que todo el equipo se encontraba en las duchas, el preparador físico de la U, Marcelo Tulbovitz, "nos obligó de inmediato a dar vuelta la página. Nos dijo que se había perdido un partido, pero que ahora, y más que nunca, el título dependía de nosotros y de nadie más".
El grito del PF caló hondo en el equipo, pues la misma fuente asegura que "nos juramentamos en que vamos a levantar la copa en diciembre. Colo Colo pasó, y ahora nos quedan seis finales que debemos ganar, sí o sí. Hay que levantarse de esto y tenemos los jugadores para lograr nuestro objetivo final".
Tras 40 minutos de encierro, los azules uno a uno fueron saliendo del camarín Nº 4. Nadie quiso hablar, salvo el arquero Johnny Herrera y el presidente Carlos Heller, quien al igual que los jugadores, y pese a la caída frente a Colo Colo, estaba optimista por lo que resta de campeonato. "Estamos triste, pero hay que levantar la cabeza y dar vuelta rápido la página. Seguimos siendo los punteros del fútbol chileno y vamos a levantar la copa del torneo".
En la U reina la confianza.