SANTIAGO.- Organizar un Mundial no es nada de sencillo y muy pocas veces en la historia Chile se ha dado el gusto de ser el anfitrión, tal como será en esta ocasión cuando albergue el evento planetario de Polo, donde participarán seis países.
La cita se disputará el próximo año entre el 20 y 29 de marzo en el Club San Cristóbal, y por segunda vez se realizará en nuestro país luego de la edición de 1992. Claro que ahora, la exigencia es mucho mayor y eso lo saben en la federación.
"Este Mundial tiene muchas cosas distintas al que se realizó la primera vez. El polo se ha profesionalizado y ha progresado mucho. La idea es hacer una cita de jerarquía con los mejores. Es un gran desafío", explicó a Emol el presidente de la entidad, Lionel Soffia.
Y para cumplir con este objetivo y con los parámetros que coloca la Federación Internacional (FIP) es que a cuatro meses del inicio del evento ya se está realizando un arduo trabajo y una rigurosa preparación.
Las instalaciones
La sede del Mundial será el Club de Polo y Equitación San Cristóbal, escenario que ya se está preparando para la competencia. Canchas, vestuarios y galerías para el público son elementos primordiales.
Son siete los campos que tiene el recinto y cada una de ellos está siendo cuidado desde ya con constantes trabajos en el césped. Aún se realizan competencias nacionales, pero semanas antes de que se inicie el evento entrarán en etapa de tratamiento intensivo.
"Chile tiene instalaciones inmejorables, pocos lugares del mundo tienen ese privilegio. Estas canchas son espectaculares y para el Mundial estarán a un nivel de los mejores", sostiene el representante de la FIP, Alex Taylor.
Millonaria inversión
Uno de los puntos más importantes en este Mundial de Polo serán los caballos, los que estarán proporcionados en su totalidad por Chile.
En total, son más de mil los equinos que tendrá que tener la federación, los que saldrán del préstamo y arriendo de jugadores y socios del club. "Sólo en los caballos el gasto bordea los 700 millones de pesos", explica Soffia.
Cada país tendrá cerca a su disposición un lote 140 animales más una reserva que bordea los 30, los que sólo serán ocupados en caso de emergencia. Estarán clasificados en tres categorías (A, B y C) dependiendo de su nivel y cualidades.
"El armado debe ser parejo para todos los equipos. Estos se clasifican en base a sus condiciones para jugar este deporte. Se evalúa montándolos, esa es la mejor prueba de sus capacidades", indicó su cuidador y encargado de su selección, José María Lartirigoyen.
El estricto cuidado de los caballos
"El caballo es un atleta y nosotros tenemos la misión de cuidar su sanidad, de evaluar sus condiciones y supervisar que no sean abusados. Es una difícil tarea de fiscalización", aclara el Horse Masters, Lartirigoyen.
A partir de diciembre comenzará la selección de los equinos e inmediatamente se comenzará a trabajar en ellos. Para la competencia deben estar en su "mejor momento", por lo que es clave todo el proceso previo a la cita.
"Estos animales están siendo constantemente evaluados por veterinarios. El caballo deja de competir unos 10 días antes de que empiece el Mundial, así a la vez llega con ritmo, pero no desgastado. Si no se hace así puede afectar notoriamente su desempeño", detalla el argentino.
Una vez que los caballos ya están seleccionados, los lotes son armados y luego sorteados a los seis equipos participantes. El azar se encarga de determinar qué grupo de equinos ocupará cada país.
Planes culturales
No toda la planificación para el Mundial del próximo año está relacionada netamente con lo deportivo. A Chile llegarán más de 1.500 personas del extranjero, entre delegaciones y seguidores de este deporte, los que tendrán la opción de recorrer puntos emblemáticos de nuestro país.
"Hay programas extradeportivos que contemplan recorridos a lugares tradicionales de la capital, por ejemplo, un almuerzo en el Club Hípico. Tenemos planificado un recorrido por un viña y paquetes turísticos fuera de Santiago", explica el presidente Soffia.
En cuatro meses más Chile recibirá el Mundial de Polo, donde irá por su segundo título planetario tras el obtenido en México 2008. La preparación avanza a paso firme y claro está que nada puede quedar al azar...