Mou otra vez.
EFELONDRES. Su equipo lidera la Premier League y avanza con solidez en la Liga de Campeones, pero José Mourinho volvió una vez más a la carga con sus declaraciones explosivas y denunció una campaña en contra del Chelsea.
"Hay en marcha una campaña contra el Chelsea. No sé por qué existe esta campaña y no me importa", lanzó el técnico tras el empate 1-1 del domingo en casa del Southampton.
El sosiego de las fiestas navideñas parece haber influido así muy poco en el entrenador portugués, convencido una vez más de que todo el mundo conspira contra él y su equipo.
"Los medios de comunicación, los comentaristas, los otros entrenadores, todos lo están haciendo (poner presión a los árbitros)", lanzó Mourinho, que se mostró especialmente molesto por un supuesto penal cometido sobre Cesc Fábregas.
"No me puedo creer que un penalti tan claro" no sea pitado, dijo el ex entrenador del Real Madrid, que consideró esta vez al árbitro Anthony Taylor como el culpable de la pérdida de dos puntos por parte de los "blues".
"La realidad es que hay penales y penales, y éste fue muy claro. Partido tras partido los entrenadores dicen que los jugadores del Chelsea se tiran. Voy a ir al árbitro, le voy a desear un buen año y le voy a decir que se avergonzará", añadió.
Mourinho consideró que no haber concedido un penal así en otros países hubiera generado un gran escándalo y ocupado todos los titulares de prensa.
"No fue un pequeño penal, fue grande como el Big Ben", señaló el portugués, incrédulo con la decisión de Taylor de mostrarle una amarilla a Fábregas por supuestamente simular.
Las declaraciones de Mourinho, sin embargo, parecen responder también a un juego psicológico para condicionar la actuación de los árbitros.
Después de la victoria por 2-0 ante el West Ham United el viernes, el técnico rival Sam Allardyce se quejó de que los jugadores del Chelsea simulan penales.
"Eso dicen los entrenadores después de cada partido y éste es el resultado", se molestó Mourinho. "Allardyce empezó a hablar de esto de la nada y luego otro entrenador y otro entrenador. Y los árbitros muestran amarillas en vez de cobrar penales", añadió.
Fábregas fue el tercer jugador del Chelsea, después de Diego Costa y Willian, en ser amonestado esta temporada por "tirarse a la piscina".
Las teorías conspirativas son, sin embargo, toda una tradición en Mourinho. Ya antes de perder la final de la Supercopa europea contra el Bayern Munich en agosto de 2013, el "Special One" se quejó de que la UEFA perdjuicaba sistemáticamente a su equipo. También en su época en el Real Madrid se sentía atacado constantemente en su duelo con el Barcelona.
Pero pese a todas las conspiraciones, el Chelsea sigue al frente de la Premier League con una ventaja de tres puntos sobre el Manchester City, que cosechó un sorprendente empate 2-2 ante el Burnley.