Harold Mayne-Nicholls, ex presidente de la ANFP.
EFEBRUSELAS.- La FIFA está enfrentando el mayor reto a su autoridad. Después de 111 años desde su creación, fue lanzada este miércoles la coalición "Nueva FIFA Ahora", formada por reformistas que piden un cambio en la entidad que gobierna el fútbol mundial.
Dentro de este grupo que busca renovar la cúpula dirigencial del ente se encuentra el ex presidente de la ANFP, Harold Mayne-Nicholls.
Mayne Nicholls es uno de los miembros que encabezan esta reforma, junto a los portavoces David Triesman, ex presidente de la federación inglesa y Jerome Champagne, además de varios europarlamentarios.
Muchos son los años de controversias y acusaciones sin fin, sobre sobornos y corrupción contra la cúpula de la FIFA, la campaña para cambiar a la clase dominante de la entidad fue lanzada en el Parlamento Europeo.
"Nunca antes ha habido un intento de unir una coalición internacional de personas de diferentes instituciones y organizaciones, sean del fútbol, los negocios o de parlamentos, que han visto cómo la imagen de la FIFA pasa de mala a peor", afirmó el eurodiputado británico Damian Collins.
Collins, impulsor de la iniciativa, agregó que "nos dimos cuenta de que el tamaño del problema se hizo tan grande que necesita una gran respuesta. Hemos llegado a un punto crítico y espero que demos más confianza a gente de todo el mundo para que se una a esta petición para un cambio en la FIFA".
Aunque la coalición no tiene poder, puede influir en el futuro gobierno del organismo como grupo de presión antes de las elecciones presidenciales de la FIFA en mayo, ya que es la primera vez que tantos grupos diferentes hacen pública su falta de fe sobre el ente rector máximo del mundo del fútbol.
El grupo lanzó una Carta para la Reforma de la FIFA y un plan de 10 puntos para el cambio.
"El tiempo para la evolución ya ha pasado, necesitamos una revolución. La gente derribó el Muro de Berlín y ha llegado el momento de que hagamos lo mismo y reconstruyamos una nueva FIFA", dijo Bonita Mersiades, ex integrante de la Federación Australiana y parte de la fallida candidatura de su país al Mundial de 2022, polémicamente adjudicado a Qatar.
Triesman dijo que "hemos llegado a la situación absurda en la que los líderes del deporte mundial van como si fueran jefes de estado, que no es la forma como debería llevarse el deporte".
Todos coincidieron al criticar la forma en que la FIFA ha sido gestionada bajo el mandato del suizo Joseph Blatter, presidente desde 1998 hasta la actualidad.
Por su parte, Blatter buscará un quinto mandato en mayo y por el momento tiene tres rivales: Champagne, el príncipe Ali Bin Al-Hussein de Jordania y el ex jugador francés David Ginola, cuya candidatura sorpresa está apoyada por una casa de apuestas.