A la 14:00 horas de nuestro país la Roja Sub 20 abandonó el Block 7 del Solanas Resort de Punta del Este.
Claudio Ortega, emol
MALDONADO.- La travesía de la Sub 20 en el Sudamericano Sub 20 llegó a su fin un día después de la humillante derrota de 6-1 ante el local Uruguay.
Fue un día amargo que comenzó muy temprano. A eso de las 08:00 horas se apreció movimiento en el Block 7 del Solanas Resort de Punta del Este.
Los rostros de jugadores y cuerpo técnico envidenciaban la desazón del seleccionado nacional. El silencio marcaba el lugar de concentración de la "Roja". Así hasta llegar a la hora del desayuno, donde sólo algunos miembros del plantel acudieron, mientras otros se quedaron en sus habitaciones.
Ese fue el caso del técnico de la "Roja", Hugo Tocalli. La amargura del DT argentino era tremenda, tanto que optó por quedarse en su pieza y pedir que le llevarán el desayuno.
Más tarde se le vio por el lugar de concentración, quizás buscando respuestas, unas que en estos días no encontró. Su mirada a su celular se hacía constante, a lo mejor, aguardando un llamado de la ANFP o siendo un poco más positivos un mensaje de algún familiar.
El día siguió transcurriendo. Los jugadores fueron a almorzar pasado el mediodía y la amargura se mantenía en sus rostros. Nada cambiaba y no era para menos.
A todo esto, se le sumaba que aún no sabían si regresarían hoy o mañana viernes a Chile, algo que recién a la 13:00 horas locales les fue informado.
"Muchachos a prepararse que a las tres de la tarde salimos rumbo al aeropuerto", fue el grito del preparador físico, Alejandro Tocalli, desde el patio del Block 7. Rápidamente los seleccionados subieron a sus habitaciones, empacaron y a las tres en punto comenzaron a salir rumbo al bus.
Nadie quiso hablar, todos en silencio y despidiéndose de la poca prensa nacional presente.
Casi al final salió Hugo Tocalli. Sólo camino con su maleta y al ser consultado para conversar con los medios únicamente dijo: "Ahora no muchachos, en Santiago", para luego abordar el bus. Su rostro de tristeza lo decía todo pues tal vez sus días están contados en Chile.
Pasaron más de 15 minutos desde que ya estaban todos a bordo, pero detalles técnicos retrasaban la salida. Tocalli en silencio, con su rostro lleno de amargura, miraba el cielo, quizás, nuevamente buscando respuestas, esas que nunca encontró en la cancha para seguir disfrutando de las tierras uruguayas y del Sudamericano.