El presidente Alassane Ouattara de Costa de Marfil junto a Yaya Touré, capitán de la selección nacional, en el estadio Félix Houphouët-Boigny .
ReutersABIYÁN.- Un millón de personas se lanzaron a las calles de Abiyán, capital finaciera y administrativa de Costa de Marfil, para recibir a los jugadores de la selección de su país quienes se proclamaron campeones de la Copa de África de Naciones, por segunda vez en su historia ayer domingo.
La delegación marfileña llegó procedente de Guinea Ecuatorial a su país, donde los aficionados pudieron saborear la victoria y preparar el recibimiento a sus héroes.
El comisario de la prefectura de policía Joseph Kouamé Yao confirmó el número masivo de personas que asistieron al recibimiento, en un país loco por el balón y cuyo último título continental, y único, remontaba a 1992.
"Cuando hemos sobrevolado la ciudad, hemos visto esta multitud impresionante. Era muy emotivo", declaró el delantero Wilfried Bony actual pupilo de Manuel Pellegrini en el Manchester City.
También, su compañero de selección Salomon Kalou, ex atacante del Chelsea, agregó tras el arribo que "se ve que Costa de Marfil es un país que ama el fútbol".
Por otra parte, el presidente del país africano, Alassane Ouattara, que el domingo se paseó por la capital con una gorra y una camiseta naranja, el color de la selección nacional, recibió a los campeones al pie del avión.
Uno de los héroes de la final, el arquero Boubacar Copa Barry, quien paró dos penales y marcó el definitivo en la tanda que decidió el título, tras finalizar el encuentro frente a Ghana con el empate inicial, fue uno de los más aclamados: "¡Copa, eres un dios!", le gritaron muchos aficionados.
Los jugadores tomaron un autobús para recorrer los 15 kilómetros que separan el aeropuerto del estadio Félix Houphouët-Boigny, cuyas 35.000 localidades se llenaron desde la mañana, pero 45 minutos después de haber iniciado la marcha apenas habían recorrido un tercio del camino.
"Es indescriptible, esta nación orgullosa de sus colores. Se olvida todo, los conflictos, las diferencias. Solo el fútbol es capaz de esto", declaró el francés Herve Renard, que dirigió al equipo y logró su segundo título continental, después de haberlo logrado con Zambia en 2012, ganando en la final por penales a Costa de Marfil.
Los Elefantes, sobrenombre de la selección de fútbol, fueron utilizados siempre como un elemento cohesionador después de una década de crisis político-militar, que llegó a su fin después de la muerte de 3.000 personas en actos de violencia generados por las elecciones presidenciales entre 2010 y 2011.
Finalmente, este lunes fue declarado "jornada festiva, sin trabajo y pagada para el conjunto del territorio" por el presidente Ouattara.