Marsella dejó escapar el subliderato.
APPARIS.- El París Saint-Germain recuperó el liderato de la Ligue 1 al ganar 3-2 en el estadio Velodrome al Marsella (3º), que se situó dos veces por delante pero que no supo conservar la ventaja, este domingo en el Clásico francés que cerró la 31ª jornada del campeonato.
André-Pierre Gignac adelantó por dos veces al Marsella, en los minutos 30 y 43, pero el París Saint-Germain respondió rápidamente por medio de Blaise Matuidi (35) y del brasileño Marquinhos (49). El defensa Jeremy Morel en propia puerta marcó en el 51 el tanto de la victoria visitante.
Con este triunfo el París Saint-Germain recupera la primera plaza que había perdido el sábado tras la victoria 3-1 del Lyon ante el Guingamp (11º).
El vigente campeón tiene ahora 62 puntos, uno más que el Lyon. El Marsella ocupa la tercera plaza, última que clasifica para la próxima Liga de Campeones, con 57.
El París Saint-Germain dominó durante la primera media hora y tuvo claras ocasiones para marcar, como en el minuto 10 el argentino Javier Pastore o en el 18, cuando el uruguayo Edinson Cavani falló un claro remate.
Pero fue Gignac el que adelantó al equipo local. Dmitri Payet centró desde el pico del área y el delantero ganó la partida por alto al brasileño Marquinhos para marcar de cabeza.
En el minuto 33 el brasileño David Luiz se retiró después de sufrir un tirón en el muslo durante una carrera y entró en su lugar el holandés Gregory Van Der Wiel, que pasó a ocupar el lateral derecho mientras que Marquinhos se situó como central junto a su compatriota Thiago Silva.
Tras el gol de Gignac cambió el panorama del partido, con ocasiones para los dos bandos y poca especulación en el centro del campo.
Entonces llegó el empate del PSG. Matuidi recogió un balón en la frontal del área y después de un regate encontró el espacio para disparar y batir a Steve Mandanda.
Con el Marsella asfixiando al PSG con una intensa presión, un robo de balón de Romao desencadenó el 2-1. Gignac recibió en carrera y cruzó con serenidad ante Sirigu.
El ariete pudo completar una primera parte de ensueño cuando remató de cabeza al primer palo (45), pero esta vez se encontró con la estirada de Sirigu, que despejó a córner.