Lamentan que el Dakar no pase por Chile.
EFE
SANTIAGO.- "Esto es algo que se tenía decidido desde antes, la tragedia fue solo la excusa para tomar esta decisión. En África, ningún gobierno le pagaba a ASO". Ese es el reclamo de los hermanos Jaime y Felipe Prohens, pilotos que critican que Chile se quede sin Dakar el 2016.
Los corredores agregan, en El Mercurio, que "perfectamente la carrera podría pasar por el país. Si el Gobierno hubiera querido, negociaba con ASO, porque para ellos es importante el desierto de Atacama".
Además, apuntan que "ojalá que los recursos que se destinaban al Dakar en verdad lleguen a la gente, para ayudar a las zonas más afectadas. El Dakar en Atacama es una fiesta; hay orgullo por tener la carrera más dura del mundo. Chile nunca negoció muy bien el paso de la competencia por el país. Nos estamos farreando un evento tremendo".
Por su parte, autoridades de Turismo afirmaron que la cancelación de este evento, que persigue concentrar los esfuerzos del Estado en la reconstrucción del norte del país tras los daños causados por los aluviones, golpeará con fuerza a la actividad hotelera, de servicios y gastronómica.
"Nos parece apresurada la decisión del Gobierno, no sé si se consultó a las partes interesadas como autoridades locales, sector turístico y población en general. A nosotros no nos consultaron", reclama el vicepresidente de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur), Eugenio Yunis.
Yunis afirmó que hace más de un mes, Fedetur -que asocia a unas 1.600 empresas- le solicitó una reunión a la ministra del Deporte, Natalia Riffo, para argumentar a favor de la realización del Dakar, pero la entidad no fue recibida.
Daniel Llorente, presidente de la Corporación para el Desarrollo de la Región de Atacama (Corproa), integrada por compañías y empresarios locales, aseguró que no fueron consultados por la suspensión de la competencia y señaló que en la organización sospechan que la decisión del Gobierno estaba tomada antes de la catástrofe que afectó al norte.
En Fedetur y Corproa estimaron que el Dakar le deja a Chile ingresos por entre US$ 40 millones y US$ 50 millones tras cada versión, dineros que benefician -entre otros- a pequeñas y medianas empresas hoteleras y de servicios. Estos retornos, indicaron, son relevantes, frente a los US$ 7 millones que el Estado aportó para realización de la última versión.
Un estudio de marzo de 2014 del Servicio Nacional de Turismo, realizado por la empresa Cyties Investigación & Desarrollo, indicó que el evento deportivo generó ingresos por consumo en la Región de Antofagasta por $2.593.968.344, unos US$ 4,2 millones (tipo de cambio actual). El 55% de esos dineros estuvo ligado a alimentación y alojamiento y el resto a combustible, comercio y locales nocturnos.