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Diez emotivas historias de la Maratón de Santiago 2015

Los 42 kilómetros del circuito nacional no sólo fue el objetivo de deportistas profesionales, sino que de miles otros aficionados que destacaron con particulares llegadas o le dieron un sentido más profundo a su esfuerzo.

13 de Abril de 2015 | 12:31 | Por Aristeo Andrés, Emol

SANTIAGO.- Llegar a la meta luego de correr 42 kilómetros tuvo múltiples implicancias para los miles de corredores que se inscribieron sin el fin de ganar la competición, si no que cumplir con un logro personal que conmovió a miles de competidores.

Muchos no paraban de abrazarse, apuntaban al cielo, bailaron, lucieron banderas, poleras personalizadas, besaron a sus seres queridos y otros tantos derramaron lágrimas. Otros arribos también tuvieron un sabor agridulce, con muchos corredores que extenuados cayeron agotados al pisar la meta.

La Maratón de Santiago 2015 dejó miles de historias y en Emol te acercamos a 10 emotivos relatos de sus protagonistas marcados por el sacrificio.

Los futboleros golearon en las calles

Pasadas las tres horas de competencia, Esteban Torres sacó una bandera de Cobreloa con la que cruzó la meta emocionado.

"Corro en apoyo a Cobreloa que está en un momento muy difícil pero para que los jugadores vean que finalmente con esfuerzo todas las dificultades se pueden sacar adelante. Tengo la convicción por la mística de Cobreloa que nos salvamos", explicó.

"Fue una carrera muy intensa, mi segunda maratón. Uno se sacrifica mucho, entrené cinco meses, hay que levantarse temprano, abstenerse de salir en las noches, pero vale la pena", agrega.

Michel Ahumada fue otro de los que sacó a relucir una bandera de un club que está cerca de ascender a la Primera B luego de 31 años de la mano del técnico Luis Musrri, San Antonio Unido.

"Yo soy de San Antonio y es un día importante porque tenemos un duelo difícil en La Pintana para quedar punteros y faltan dos fechas más para el ascenso", dijo ilusionado.

"Era parrillero, pasaba carreteando y correr me ha cambiado la vida totalmente. Es la primera vez que corro y espero volver el próximo año con San Antonio en Primera B", indicó.

Palestino fue otro de los clubes que tuvo a sus hinchas como protagonistas en las calles de Santiago. De la mano de una gran campaña que llevó al cuadro árabe a volver a disputar Copa Libertadores, Claudio Soto lució orgulloso su camiseta durante los 42 kilómetros.

"Es una carrera muy larga muy difícil, a puro corazón. Palestino es una inspiración para correr la Maratón, uno de los equipos con menos presupuesto que está peleando la Libertadores con los grandes", dijo.

El panelista del CDF, ex futbolista y hermano del capitán de Universidad Católica, Iván Álvarez irradiaba felicidad en la meta luego de llegar con un tiempo que no se esperaba, 3 horas y 39 minutos, 23 menos de la edición anterior en la que participó.

"Estoy feliz, me preparé harto, no es fácil correr 42 kilómetros. Pasados los 25-30 kilómetros, ya duelen las articulaciones y los músculos. Es distinto a los trabajos como futbolista, es algo individual y no colectivo", afirmó.

El hermano de Cristián Álvarez aprovechó de apagar alarmas sobre la lesión que dejó fuera del torneo al capitán de la UC.

"Es complicado lo de Cristian, lo dejó todo salvando un gol ante La Calera donde se lesiona. Pero en un par de meses estará recuperado, no amerita operación y sólo tratamiento", dijo optimista.

Los hinchas de Colo Colo también se hicieron presente en las calles de la capital, uno de ellos fue Julio González, que bordó la insignia de Colo Colo en su polera.

"Destructiva pero emotiva, es un gran logro personal, mi primera maratón. Estoy muy emocionado. Me motivó el superarme, esto me gusta y lo hago con ganas", comentó.

González además, reveló su otra motivación para correr el circuito capitalino. "Por colocolito, soy un fanático y vamos a ganar el campeonato, de atrás pica el indio", dijo convencido.

En la vereda contraria, un "chuncho" de nacionalidad mexicana tomó una camiseta de Universidad de Chile para correr la máxima categoría de la corrida y su experimento tuvo una evaluación más positiva que negativa.

"Fue una carrera emocionante. Pensé con la camiseta de la U iba a hacer un vínculo con la sociedad chilena pero a unos no les agradó tantos y a otros sí. De todas maneras fue muy positivo contar con el apoyo de la gente de la U que me gritaban 'vamos chuncho' y al final entendí que se referían así por la U", explicó el deportista azteca.

El norte también fue inspiración

Lejos del fanatismo por una institución deportiva, Omar Naveas fue uno de los que le dio otro sentido a los 42 kilómetros por Santiago. Pese a cruzar la meta con un singular baile, no todo era alegría en su causa.

"Vengo de Ovalle y apoyo a todo el norte querido donde tengo familia y amigos, yo la sufrí pero ellos mucho más. A uno lo toman las lagrimas y el sentimiento porque costó harto…(se acongoja) Es una situación difícil, la carrera va por ellos", explicó.

Sobre su llegada, Naveas profundiza. "La gente agradece mucho que uno llegue bailando, uno lo hace con mucha alegría, es mucho sacrificio, vengo entrenando cuatro meses, pero vale la pena. Volvería a hacer esta carrera mil veces", asegura.

Con el mundo al revés

Otra singular llegada fue la de Arturo Inostroza, que recorrió los últimos 5 metros con sus manos para cruzar la meta.

"No sé en qué momento se me ocurrió, es difícil llegar así con el mundo al revés luego de correr tanto… Pero por la razón que lo hice lo volvería hacer. Le dedico esta carrera a mi amiga 'Kika' que tiene una enfermedad terminal. Las veces que intenté rendirme, pensé en ti y dije si a esta galla que le quedan 3 años de vida sigue luchando, yo voy a seguir", indicó conmovido.

"Es mi primera maratón. Todo se resume en un cartel que vi en el kilómetro 35 que decía, si ya estás aquí te toca sonreír, uno quiso estar acá. Las manos no las había utilizado después de 42 K así que podía seguir con ellas", dijo.

El "Chapulín Colorado" lo pasó mal con el calor

Los más de 30 grados de calor que se sintieron en Santiago para esta maratón fueron aún más perceptibles en un traje de algodón sintético que usó Jorge Zapata de 56 años para rendirle tributo al personaje de Chespirito, el Chapulín Colorado.

"El traje está patentado porque se me ocurrió correr por una apuesta y siempre lo hago así, ya llevo siete carreras. Lo fundamental es lograr el objetivo con uno mismo", dice.

"La gente te anima mucho a seguir, 'vamos chapulín', me decían muchos. Pero voy a cambiar el traje sí, tengo como 20 kilos menos con este calor", señaló el sanantonino.

Amor a prueba

Una carrera especial también vivió el runner Paul Vigouroux, que esta vez estuvo acompañado por su debutante esposa Carolina Estrada para realizar la maratón de Santiago al mismo ritmo.

"Es un orgullo correr con ella porque yo la metí a correr e hizo por primera vez una maratón, es un orgullo tremendo", contó emocionado el hombre que cumplió su sexta carrera.

"Es harto sacrificio correr este circuito, sin carrete, acostarse temprano, pero feliz de hacer esto… No sé ni siquiera el tiempo que hice, solamente a disfrutar", indicó extenuada dedicándole la prueba a familia e hijos.

Historias que van más allá de los cronómetros, los 42 kilómetros que recorrieron siete comunas de Santiago dejaron miles de historias que tendrán a varios con molestias físicas durante la semana, pero con la satisfacción de cumplir con una de las pruebas deportivas más exigentes que les valió una medalla para lucir orgullosos.

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