Pese a su exitosa carrera, igual tiene deudas.
AP
SANTIAGO.- Decir que Roger Federer es quizás el mejor tenista de la historia no es antojadizo. Los récords lo avalan ya que es el máximo ganador de Grand Slams (17), el que más semanas seguidas ha estado como número 1 del mundo (237) y el que más ganancias acumula en su exitosa carrera (US$ 89.725.160), y además ya levantó la Copa Davis (2014), entre otros registros.
Sin embargo, y con sus 33 años, la actual segunda mejor raqueta del planeta tiene tres deudas pendientes que espera saldar antes de tomar la decisión de poner fin a su actividad profesional.
Este jueves fue
eliminado en octavos de final del Masters 1.000 de Montecarlo por el francés Gael Monfils. Podría parecer una derrota más, pero no, ya que significó extender aún más su sequía de títulos en el Principado.
El suizo jamás ha podido coronarse campeón en la arcilla de este certamen y lo más cerca que ha estado ha sido en cuatro ocasiones que fue finalista (2014, 2008, 2007 y 2006).
Misma suerte ha corrido en el Masters 1.000 de Roma. En sus 17 exitosos años de carrera tampoco ha triunfado en la capital italiana. Se ha quedado con las ganas el 2013, 2006 y 2003 en que ha sucumbido en la gran definición (2013 y 2006 ante Rafael Nadal y el 2003 contra el también español Felix Mantilla).
A esto se suma la medalla de oro de singles en los Juegos Olímpicos. Si bien hace muy pocas ediciones que la cita de los 5 anillos es tomada en serio por lso tenistas profesionales, Federer sólo ha llegado a ganar la de plata, cuando cayó en la final de Londres 2012 ante el británico Andy Murray en el pasto de Wimbledon.
Su única presea dorada se debe a la competencia de dobles, cuando en Beijing 2008 se puso en lo más alto del podio con su compatriota Stanislas Wawrinka tras vencer a los hermanos estadounidenses Mike y Bob Bryan.