El trabajo de grupo es muy importante para Mario Salas.
José Alvújar, El Mercurio
SANTIAGO.- La Universidad Católica ha pasado por varios vaivenes en el presente Torneo de Clausura. Ha ganado partidos increíbles, pero de los mismos también ha perdido. Incluso en un par de ocasiones ha dejado pasar la posibilidad de quedarse en el liderato del campeonato.
Por eso, el técnico Mario Salas ha debido levantar en muchas ocasiones al plantel y para eso se ha apoyado en un personaje fundamental: Marco Cubillos, el sociólogo del equipo.
Según publica este sábado El Mercurio, el profesional de casi 40 años ha desarrollado un papel fundamental desde que arribó a la precordillera, y día a día se gana el afecto de los jugadores. Sus dinámicas de grupo y la amistad que ha logrado con muchos de ellos han sido de gran utilidad para guiar al equipo a la pelea del torneo.
Apenas se instaló en San Carlos, Cubillos dejó en claro su objetivo: levantar la moral de un equipo con fama de quedarse a mitad de camino, bien golpeado con la cantidad de frustraciones deportivas, y con la autoestima muy baja.
Salas tenía claro por qué no un psicólogo y sí un sociólogo: "En el alto rendimiento son más importantes la cohesión y la relación con el medio que el tema con cada uno", dijo hace un tiempo.
Las dinámicas de grupo no se han modificado prácticamente en nada, pese a la trascendencia de los últimos partidos. Por ejemplo, la semana previa al juego en el Monumental fue rutinaria y sin arengas particulares.
¿En qué consisten los ejercicios de Cubillos? El sociólogo realiza "momentos de recreación en equipo bien agradables", apuntó un cruzado.
Una pista sobre la tarea que realiza Cubillos puede encontrarse de su paso por Huachipato. En el sur hacía una competencia simple: llenar recipientes de agua con esponjas y ganaba el equipo que lo hacía más rápido. "Conseguía unirnos más", señalan.
Cubillos tiene caminos para llegar a su fin: "Pregunta cómo estás, cómo piensas afrontar los próximos desafíos, y se va transformando en un amigo", confidencian en la precordillera.
En la tienda acerera, Salas y su cuerpo técnico no participaban de estas actividades. En la UC el método se mantiene igual.
Esta semana, el estratega repitió que el lance ante Deportes Iquique debe ser encarado "con la misma actitud y jerarquía" que el juego ante los albos. Y sus jugadores toman al pie de la letra la indicación. Le creen ciegamente en su discurso de que todos valen lo mismo: desde el capitán al último suplente son elogiados o criticados por igual.
Salas tiene, eso sí, una debilidad: se llama Diego Rojas. En la interna, el DT comenta que sintió una pena extrema cuando el volante quedó fuera del Mundial Sub 20.
Tanta confianza le tiene, que pensó llevarlo a Huachipato en 2014. La dirigencia acerera dijo no, porque tenían a Martín Rodríguez.