Para llegar al ring superaron muchas dificultades.
Emol/AgenciasSANTIAGO.- La cuenta regresiva ya empezó. Tan sólo quedan seis días para que el norteamericano Floyd Maywheather y el filipino Manny Pacquiao se vean las caras en las Vegas en la anhelada "Pelea del siglo".
La sola presencia de ambos sobre el ring en la ciudad de los casinos ya está moviendo mucho dinero en cuanto a derechos de televisación y venta de entradas, de las cuales la más barata costaba cerca de un millón de pesos chilenos. Y es que nadie quiere perderse el pleito entre dos de los mejores púgiles del último tiempo.
Las altas sumas de dinero no sólo están alrededor del propio evento. Sabido es que con sus logros y éxitos deportivos los dos han consolidado una importante fortuna. De hecho, el par de contendores se repartirán la bolsa más grande de la historia: US$200 millones.
Duro camino al éxito
Pero para aumentar los ceros en sus cuentas, tanto Maywheater como Pacquiao debieron sortear diversos obstáculos en sus vidas. El caso más emblemático lo marca el filipino, quien durante su infancia vivió bajo una extrema pobreza.
"Empecé de la nada, no tenía casa, a veces no tenía comida que llevarme a la boca y sólo tenía agua para sobrevivir", reconoció alguna vez.
Así, desde abajo, Pacquiao comenzó a formar su exitosa carrera en un ring bastante particular: La propia calle. Fue ahí donde comenzó a boxear en luchas clandestinas. El premio eran 2 dólares por combate adjudicado. Muy lejos de la suma que obtendrá por medirse ante el estadounidense: 80 millones de dólares.
Sus zozobras incluso quedaron de manifiesto en sus inicios como profesional: hubo veces que Pacquiao tuvo ponerse peso en los bolsillos para superar la marca exigida y poder competir.
Y si bien Mayweather tuvo menos complicaciones, ya que al ser hijo de boxeador se impregnó desde pequeño de la enseñanza de primera mano, tampoco lo pasó bien.
Su padre, Floyd Mayweather Sr, tenía vinculación con el tráfico de drogas, mientras que su madre era adicta a la heroína. Pero la pasión por los guantes fue más fuerte y consiguió salir de ese mal ambiente. Además ser millonario siempre fue una meta que estuvo en el horizonte.
"Cuando tenía nueve años, me tumbaba en la cama y me decía: Quiero ser el hombre más rico del mundo. He recorrido un largo camino desde entonces", señaló en una entrevista.
Y vaya que lo cumplió, porque el oriundo de Michigan percibirá US$ 120 millones sólo por el hecho de subirse al ring. Son conocidos sus lujos en cuanto a automóviles, fiestas con mujeres y estar constantemente haciendo alarde de su fortuna por las redes sociales.
En ese sentido, Pacquiao lleva un estilo de vida muy diferente. El asiático es muy católico e incluso colabora con asociaciones de su país para ayudar a niños. No olvida por lo que pasó durante su niñez.
De esta manera, se puede decir que los dos boxeadores debieron superar muchas barreras para llegar a donde están hoy, pese a que en la actualidad sus intereses y gustos no sean los mismos. Habrá que ver si esas diferencias quedan marcadas en el ring brindando uno de los duelos más reñidos de la historia. En sólo seis días se sabrá...