ZURICH.- Seis directivos del mundo del fútbol fueron detenidos en Zurich este miércoles a pedido de Estados Unidos, por sospechas de corrupción, indicaron las autoridades suizas luego que el diario The New York Times informara de la captura de varios dirigentes de la FIFA.
Según el rotativo, las autoridades se presentaron en el lujoso hotel Baur au Lac de Zurich para detener sin previo aviso a varios dirigentes reunidos en la ciudad suiza, sede el viernes de la elección a presidente del ente rector del fútbol mundial.
Entre los acusados no se encuentra el presidente del organismo Joseph Blatter, quien aspira a ser reelegido en el cargo por quinta ocasión consecutiva, enfrentando en esos comicios al jordano Ali bin al-Hussein como único rival.
Más tarde, se conoció que dentro de la lista que debe ser arrestada están el paraguayo Nicolás Leoz (ex presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol), el uruguayo Eugenio Figueredo, el brasileño José María Marín, el venezolano Rafael Esquivel, el caimanés Jeffrey Webb, el trinitario Jack Warner, el costarricense Eduardo Li, el nicaragüense Julio Rocha y otro caimanés Costas Takkas, según informa el rotativo.
Los arrestos de la jornada fueron realizados por petición del Departamento de Justicia de Estados Unidos, y con el objetivo de que enfrenten los cargos que se les imputan en Brooklyn. No se conocen los nombres de la totalidad de los detenidos, aunque se rumorea que Li, Marín, Webb y Figueredo ya estarían bajo custodia policial.
También hay cargos para los ejecutivos de marketing deportivo Alejandro Burzaco, Aaron Davidson, Hugo Jinkis y Mariano Jinkis. También está inculpado José Margulies como un intermediario.
Golpe duro
La noticia es un gran golpe para Blatter y el organismo rector del fútbol mundial, cerca de una nueva elección.
Los cargos incluyen fraude, lavado de dinero y extorsión, según indica la publicación, lo que complicaría aún más la imagen de la FIFA, involucrada en numerosas acusaciones de fraude durante décadas que aún no han sido confirmadas.
El caso es el más significativo hasta ahora para la fiscal general (ministra de Justicia) de Estados Unidos, Loretta E. Lynch, que asumió el cargo el mes pasado tras supervisar la investigación desde su cargo previo en Nueva York.
El Departamento de Justicia tiene autoridad para presentar casos contra personas extranjeras siempre que haya una conexión mínima con Estados Unidos.