SANTIAGO.- Harold Mayne-Nicholls, ex funcionario de la FIFA, dijo que las detenciones de seis dirigentes relacionados con el ente rector del fútbol mundial por casos de corrupción "se veía venir".
El otrora presidente de la ANFP explicó a Emol que "se veía venir, esta gente tiene que alejarse del fútbol. Ha faltado un liderazgo desde el interior de la FIFA para sacar a esta gente que le hace mal".
Mayne-Nicholls aclaró que durante el tiempo que él trabajó en el organismo "siempre se escuchaban cosas. Pero sí yo habría visto algo o tuviera certeza de que algo raro pasaba, lo habría denunciado".
Eso sí, el dirigente chileno, quien declinó presentarse como candidato a la FIFA, se mostró "sorprendido" por la detención de Nicolás Leoz, ex presidente de la Conmebol y con quien trabajó de muy cerca.
"Tengo una imagen distinta de él a la que hay hoy. Es lamentable y doloroso, nunca tuve ningún inconveniente con él. Pero obviamante con esto la imagen que he tenido tendrá que cambiar. Lo mismo que me pasó con Havelange", comentó.
Sobre esto mismo, agregó que "la imagen empezó a cambiar cuando abandonó el comité ejecutivo de la FIFA por corrupción, pero nunca dijeron de qué se trataba. Ahora la cosa cambia radicalmente. Con una investigación del FBI la cosa es distinta. Lo lamento por él y su familia".
Mayne-Nicholls, uno de los opositores a que Qatar haya sido designada sede del Mundial del 2022, agregó que "en Qatar operacionalmente no corresponde organizar un Mundial. Es de alto riesgo operacional. Nunca tuve acceso a información que me haya dado a enteder de corrupción. A lo mejor ahora sí aparece porque está el FBI detrás de esto. No sé si cambiará Qatar".
Además, el chileno mostró su rechazo a la postura tomada por el vocero de la FIFA, Walter de Gregorio. "Dijo que ninguno de los presos van a perder su condición de miembros. Bien especial la respuesta de la FIFA, como que no hubiera pasado nada. Usó una metáfora impresentable, dijo que Blatter no está bailando en su oficina. Esto es mucho más serio. Debe haber una preocupación gigantesca en Zurich".
Finalmente, Mayne-Nicholls se mostró abierto a declarar si es que es necesario. "Por supuesto que me pueden llamar a declarar. Iría inmediatamente pero no tengo mucho que aportar. No era lo mío, pero puedo entregar toda la información que manejo", sentenció.