SANTIAGO.- La investigación por corrupción y sobornos en la FIFA, en la que se han visto involucrados dirigentes de la Conmebol, podría traer serias consecuencias para Sudamérica.
Según informa Deportes de "El Mercurio", hace unos meses circuló la versión de que Sudamérica perdería el cupo en el repechaje para el Mundial de Rusia 2018 (es decir, se quedaría con cuatro plazas). No solo eso: además, cedería otro medio puesto para Qatar 2022, contando únicamente con tres ingresos directos y pasajes a una repesca.
Ese rumor fue desmentido por representantes de la región como Eugenio Figueredo (Uruguay), José María Marín (Brasil) y Rafael Esquivel (Venezuela). Ellos tres, que eran parte de la primera avanzada inicial para negociar los cupos para el continente a partir de mañana, están hoy detenidos, lo que supone un golpe prácticamente letal a las aspiraciones regionales.
Esquivel, con sus 28 años al frente de la Federación Venezolana, y Figueredo, con 17 años involucrado con Uruguay y la Conmebol, eran de la "vieja guardia".
Tras la muerte del argentino Julio Grondona y ante el retiro del ex presidente de la Conmebol Nicolás Leoz, estos dos eran los encargados de mantener la cercanía con Joseph Blatter, vigente presidente de la FIFA. Marín estaba desde 2012 en la Confederación Brasileña, pero ayer fue destituido de su cargo.
Las implicaciones
Tras conocerse las detenciones, y que las aristas de los sobornos implican a casi todos los restantes representantes de la Confederación, fuentes cercanas a la entidad advierten que las estrategias "se reevalúan", para evitar males mayores.
Luego de los hechos, la entidad solo se excusó y dio un breve comunicado en el que señalan que "apoyarán las investigaciones".
La idea de votar en bloque por el suizo Joseph Blatter como presidente de la FIFA, así como la pelea por el cupo, quedan en el aire.
Inicialmente, cada dirigente preso está manejando su propia defensa, aunque no se descarta apoyo legal desde la CSF. De los siete detenidos, seis se negaron a la extradición "express" a Estados Unidos. Suiza tendrá 30 días para decidir sobre el pedido del gobierno norteamericano.
En tanto, cada federación comenzó a asesorarse legalmente por su cuenta.