La Interpol sigue buscando a Alejandro Burzaco, Hugo y Mariano Jinkis por el caso FIFA.
APBUENOS AIRES.- Tres empresarios argentinos, uno de ellos clave en la industria del fútbol, cumplen una semana prófugos de la justicia y la presión sobre ellos se intensificó el miércoles, cuando la Interpol los incluyó entre las personas más buscadas del planeta por estar involucrados en el escándalo que sacude a la FIFA.
Alejandro Burzaco, cuya influencia en el balompié sudamericano es tanta que suele decirse que es un presidente paralelo en la Conmebol, es la cabeza más visible de ese trío que completan Hugo Jinkis y su hijo Mariano.
Burzaco, de 50 años, es presidente de Torneos y Competencias, mientras los Jinkis son dueños de Full Play SA. Ambas empresas argentinas. Principalmente la primera de ellas, tienen su fuerte en la televisación de partidos internacionales tanto a nivel de clubes como de selecciones. Hugo Jinkis tiene 70 años y su hijo 40.
Los tres figuran en una lista de seis personas vinculadas con el escándalo de la FIFA y sobre las cuales pesa la alerta roja de la policía internacional, acusados de crimen organizado, sobornos y otros delitos. Eso significa que pueden ser arrestadas si viajan a cualquier lugar.
Sobre Burzaco no está claro si se encuentra fuera o dentro de Argentina y sus abogados no han hablado públicamente sobre el tema. En su cuenta de Twitter, ahora cerrada, Burzaco escribió el 26 de mayo: "En Londres, camino a Zúrich, al mundo FIFA". Un día después, siete dirigentes de la FIFA fueron arrestados en Zúrich, y las autoridades estadounidenses anunciaron las acusaciones.
En cuanto a los Jinkis, el abogado que los representa, Jorge Anzorreguy, dijo a diversos medios que sus clientes están en Argentina y que se quieren presentar ante la justicia pero siguiendo el trámite en libertad, no encarcelados.
"Ellos tienen derecho a seguir el trámite (de la extradición a Estados Unidos), libres", señaló Anzorreguy, cuyo pedido para que sus defendidos no vayan a la cárcel fue rechazado en primera instancia la semana pasada. Anzorreguy apeló y la causa está en estudio judicial.
Burzaco y los Jinkis también están en problemas con el ente recaudador de impuestos de Argentina, que puso la lupa sobre ellos una vez que estalló el escándalo.
"Los norteamericanos los acusan de sobornos y lavado de dinero, mientras que en Argentina los acusamos de evasión impositiva", dijo el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). "Para la AFIP lo primero es recaudar ese dinero que jamás se declaró; después que vayan presos".
El jurista Luis Moreno Ocampo aseguró que a los tres empresarios les asiste el derecho de "optar por ser juzgados en Argentina" siempre y cuando se encuentren en el país.
"Ellos pueden escaparse de los jueces y fiscales norteamericanos y aterrizar con jueces y fiscales argentinos", declaró Moreno Ocampo el martes a radio Rivadavia. "El problema es que Burzaco está en Europa".
Pese a tener un perfil muy bajo, Burzaco se codea con los principales dirigentes del fútbol y se mueve con soltura entre funcionarios del gobierno y también de la oposición.
"Burzaco es el hombre más poderoso tras la muerte de Julio Grondona (ex vicepresidente de la FIFA y ex líder de la AFA), quien lo apadrinó desde el primer día y le dejó los contactos suficientes para que además del rey de la televisación deportiva en el continente, sea el pez gordo que busca en FBI", destacó el periodista del periódico Tiempo Argentino, Horacio Frazzetas.
Entre otros negocios, Burzaco consiguió los derechos televisivos de los Mundiales de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014 y se los vendió al gobierno argentino, además de tener los derechos de las últimas copas América.
Burzaco, a través del canal TyC Sports, es socio del Grupo Clarín, poderoso multimedio enfrentado con el gobierno de la presidenta Cristina Fernández. Y el gobierno, dentro de esta complicada madeja, contrata a Torneos para la producción de los partidos de la liga argentina y del automovilismo.
O sea, Burzaco se convirtió en el nexo para los negocios de dos enemigos aparentemente irreconciliables.
"Burzaco es un chico muy inteligente con espíritu de barrabava y que se transformó en el monje negro de la AFA", dijo al diario Perfil, Carlos Avila, fundador de Torneos y Competencias y que tuvo a Burzaco entre sus empleados.
Avila recordó que se retiró de la empresa en 2006 y entonces es cuando Burzaco empezó a crecer y a tejer una muy buena relación con Grondona. "Al punto que en los últimos tiempos comienza a ser su consultor permanente. Grondona no hacía nada sin que Burzaco tuviera participación".
A través de Torneos, Burzaco controla los canales de cable más importantes de la televisión deportiva argentina, maneja el 50% del paquete accionario de TyC Sports y provee de nutrida programación a las cuatro señales de Fox Sports Latinoamérica y a Direct TV Sports.
Los Jinks, socios con Burzaco en algunos emprendimientos, no son personajes resonantes dentro del fútbol, aunque su empresa entre otras cosas tiene los derechos para televisar partidos de las eliminatorias sudamericanas para el próximo Mundial.
Hugo y Mariano Jinks empezaron a ser conocidos cuando se anunció que los buscaba la justicia.